Desde hace 50 días la República del Paraguay sabe que lo mínimo que puede decir del presidente –con permiso– de la Corte Suprema de Justicia y ministro, Antonio Fretes, es que es un sinvergüenza: ha perdido la dignidad, está ensuciando el cargo de la más alta magistratura judicial y ya ni hablemos de honorabilidad, un tratamiento que está lejos de merecer. Según el titular del Consejo de la Magistratura, Óscar Paciello, el norte que tienen previsto como brújula para el próximo ministro o ministra que llegue a la Corte, el atributo insustituible y la gema en cuya búsqueda persistirán, es la honorabilidad. Se entiende que esta palabra se sostiene sobre todo en la honradez, en el respeto que inspira a los demás por su reputación o sus cualidades morales, cualidades todas que Fretes pareciera haber perdido hace mucho tiempo.
Los negocios inmobiliarios están teniendo un impulso admirable en Paraguay, con un crecimiento que para este año oscilará entre el 15 y el 18%, con el desarrollo de proyectos en Asunción y su área de influencia, además de zonas rurales como Alto Paraná, Itapúa, Hernandarias, etc., donde el cambio se siente en forma acelerada, tanto que amplios espacios dejaron de ser considerados rurales para transformarse en urbanos, con una cotización que, además de su sostenido crecimiento, dejó de hacerse por hectárea para cambiar la unidad de medida a metro cuadrado, como una clara señal de expansión del sector.
Empresarios del rubro inmobiliario de nuestro país cuentan con una plataforma regional para promover el surgimiento de nuevos emprendimientos: la Confederación Inmobiliaria de Latinoamérica (CILA), con presencia en todo el globo. Directivos del gremio se reúnen desde ayer con sus colegas de nuestro país.
Empresarios brasileños destacan el crecimiento de negocios inmobiliarios en el Alto Paraná, que podría contribuir al fortalecimiento económico del país por medio de inversiones. En Santa Rita, considerada la capital de la soja, fueron habilitadas unas 20 loteadoras y diez condominios desde 2005.