Andropausia: cómo cambia el cuerpo, el deseo y el ánimo del hombre a partir de los 40

A partir de los 40 años, muchos hombres comienzan a notar cambios físicos y emocionales que no siempre saben cómo explicar. Menor deseo sexual, fatiga constante, mal humor o dificultad para mantener una erección pueden ser señales de un fenómeno poco hablado pero real: la andropausia.

Hombre desganado.
Hombre desganado.Nenad Cavoski

Qué es la andropausia y por qué no se habla de ella

Conocida también como “menopausia masculina”, la andropausia describe el descenso progresivo de la testosterona, la hormona clave del funcionamiento sexual y emocional en los hombres.

A diferencia de la menopausia femenina, no es abrupta ni universal, pero puede generar un impacto profundo en la calidad de vida.

Deseo en baja: cómo afecta la libido

La testosterona regula directamente el deseo sexual masculino. Cuando cae, es común que los pensamientos eróticos se espacien, disminuya la motivación para tener relaciones y aparezca una desconexión con el placer.

Terapia de reemplazo hormonal (TRH).
Terapia de reemplazo hormonal (TRH).

También se pueden dar erecciones más débiles o inestables. Aunque las erecciones dependen de múltiples factores, la testosterona tiene un rol crucial.

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Durante la andropausia, algunos hombres experimentan erecciones menos firmes, de menor duración o más difíciles de mantener, incluso cuando el deseo está presente.

Cambios en el estado de ánimo y otros síntomas frecuentes

El descenso hormonal también afecta al cerebro: puede aumentar la irritabilidad, provocar apatía y, en algunos casos, favorecer síntomas depresivos.

La sensación de “ya no soy el mismo” tiene una raíz biológica real. Otros síntomas frecuentes son:

  • Cansancio persistente, incluso tras descansar.
  • Disminución de masa y fuerza muscular.
  • Acumulación de grasa abdominal.
  • Pérdida de densidad ósea.

¿Qué se puede hacer?

1. Actividad física. El ejercicio —sobre todo el entrenamiento de fuerza— estimula la producción natural de testosterona y mejora el estado de ánimo.

2. Alimentación adecuada. Una dieta rica en nutrientes, grasas saludables y proteínas es clave para sostener el equilibrio hormonal.

3. Evaluación médica y tratamiento. La terapia de reemplazo hormonal puede ser útil en casos de déficit marcado, pero siempre bajo control profesional.

4. Acompañamiento emocional. La psicoterapia o el apoyo psicológico ayudan a manejar los cambios anímicos y a resignificar esta etapa.

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