Para el organismo, la oportunidad es estratégica. Paraguay alcanzó el Grado de Inversión en 2024, nivel que en la región solo ostentan Chile, México, Panamá, Perú y Uruguay. El salto crediticio reduce el costo de financiamiento para hogares y empresas, y permite al gobierno ampliar la inversión pública y atraer capital privado hacia sectores no tradicionales (forestal, manufactura ligera y energías renovables), diversificando la matriz productiva y de empleo.
En línea con lo anterior, los resultados iniciales son alentadores: la participación de fondos extranjeros en bonos soberanos paraguayos pasó de 1,7% en 2023 a 5% en 2024, debido al crecimiento económico y a la decisión oficial de emitir más deuda en moneda local para mitigar el riesgo cambiario. Sin embargo, Paraguay aún se encuentra entre los países con menor participación de inversionistas extranjeros en bonos de deuda pública en moneda local. El porcentaje está por debajo del promedio de economías emergentes (15%) y contrasta con niveles significativamente más altos observados en países de la región como Colombia (18%), México (14%) y, especialmente, Perú, que lidera el ranking con 41%.
La baja presencia de capital extranjero en el mercado de bonos en guaraníes sigue reflejando desafíos en términos de profundidad financiera, liquidez y grado de desarrollo del mercado local. También influye el bajo grado de internacionalización de la moneda paraguaya, que restringe el apetito de los inversionistas globales por instrumentos en moneda local.

En un contexto donde el financiamiento externo cobra relevancia para sostener la inversión pública sin aumentar los costos internos, avanzar hacia una mayor integración financiera y desarrollar aún más el mercado de capitales local es clave para atraer flujos extranjeros y fortalecer la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo.
Para ir cerrando la brecha, el BCP había habilitado tres cambios claves. Primero, los extranjeros pueden comprar bonos en guaraníes a través de bancos custodios globales o de custodios locales regulados, eliminando la necesidad de estructurar vehículos ad-hoc. Segundo, las entidades financieras paraguayas pueden ahora ofrecer derivados y forwards de dólar-guaraní a inversores en deuda pública, reduciendo la exposición cambiaria y alineando la práctica local con la de Brasil, Chile y Colombia. Tercero, los tenedores, locales o extranjeros, quedan facultados para negociar los bonos soberanos tanto en plataformas bursátiles como en el mercado extrabursátil, ampliando la base de contrapartes y profundizando la curva de rendimientos.
De hecho, es de mencionar que la modernización regulatoria va de la mano con mejoras de infraestructura. En noviembre de 2024, la Caja de Valores de Paraguay (Cavapy) inició la actualización de su sistema de registro y custodia, mientras la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) implantará una nueva plataforma de negociación con liquidación más ágil. Además, el BCP estudia la digitalización de transacciones minoristas para reducir riesgos operativos.
De acuerdo con el Banco Mundial, el flujo externo sigue concentrado en deuda soberana y es necesario estimular la oferta corporativa para que empresas medianas accedan a financiamiento de largo plazo. Aunado al hecho de que la liquidez secundaria es todavía limitada y los diferenciales entre precios de compra y venta dependen de pocos creadores de mercado. Además, el marco fiscal debe acompañar con disciplina para preservar el grado de inversión y evitar un encarecimiento de la prima de riesgo.
El mismo organismo destaca que la experiencia paraguaya deja tres lecciones para otros países que buscan internacionalizar su mercado de capitales. Primero, los costos de modernizar normas y sistemas se compensan con una base de inversionistas más amplia y una menor exposición a shocks externos. Segundo, la coordinación entre Banco Central, Ministerio de Economía y Bolsa de Valores es esencial para integrar sistemas y dar certeza a los actores. Tercero, la apertura es un proceso continuo: la agenda pendiente incluye profundizar derivados en moneda local, fomentar la inversión sostenible y reforzar la educación financiera para atraer ahorros domésticos.
Con reformas coherentes y un marco macroeconómico sólido, Paraguay avanza hacia un mercado de capitales más líquido, integrado y competitivo. La meta ahora es consolidar ese progreso para que el 5% de tenencia extranjera se acerque gradualmente al estándar regional y el país traduzca su nuevo estatus crediticio en más crecimiento, empleo y bienestar.
*Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.