Trucos para dormir bien en vuelos largos sin gastar en clase ejecutiva
1. Elegí bien tu asiento. La ubicación en el avión puede marcar la diferencia entre un vuelo reparador o una noche en vela. Reservá tu asiento junto a la ventanilla para apoyar la cabeza y evitar molestias de otros pasajeros y del personal que circula por el pasillo.
Si podés, elegí lugares alejados de los baños y las salidas de emergencia, donde suele haber más ruido y tránsito.
2. Invertí en accesorios de descanso. Un buen kit de viaje puede transformar tu experiencia: llevá una almohada de cuello ergonómica, tapones para los oídos y un antifaz.

Un par de medias gruesas también ayuda a mantener la circulación y permite descalzarte con comodidad.
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3. Ajustá tu reloj biológico. Intentá adaptar tus horarios de sueño antes del viaje según el huso horario del destino. Durante el vuelo, evitá las siestas largas si tu objetivo es llegar de noche y dormir al aterrizar. Así vas a reducir el jet lag.
4. Controlá la luz y el sonido. La exposición a la luz puede alterar tu ciclo natural de sueño. Usá el antifaz para bloquear la iluminación de cabina, las luces de lectura y las pantallas.
Los tapones para los oídos o unos auriculares con cancelación de ruido serán tus mejores aliados frente al bullicio y el sonido del motor.
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5. Elegí ropa cómoda. La ropa suelta y los tejidos transpirables favorecen la relajación. Llevá una manta liviana o pedí una extra a la tripulación si tenés frío, ya que la temperatura suele ser baja a bordo.
6. Evitá la cafeína y el alcohol. Aunque el alcohol puede darte sueño al principio, altera la calidad del descanso y favorece la deshidratación, igual que la cafeína. Preferí agua o infusiones relajantes durante el vuelo.
7. Practicá ejercicios de relajación. Hacé respiraciones profundas y estiramientos en tu asiento. Algunas apps pueden guiarte con meditaciones breves o sonidos pensados para inducir el sueño.

8. Planificá tus comidas. Evitá alimentos pesados o muy grasosos antes y durante el vuelo. Una digestión liviana favorece un sueño más reparador. Frutas, frutos secos y barras de cereal son excelentes snacks de cabina.
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9. Mantené tu espacio organizado. Llevá una bolsa chica para tener a mano tus objetos personales y el kit de descanso. Así vas a evitar movimientos innecesarios que interrumpan tu sueño.
Con estos trucos, podés mejorar la calidad de tu descanso en clase turista y llegar mucho más fresco a tu destino. Dormir bien en un avión no es solo cuestión de lujo: es cuestión de estrategia.