Paradójico. El Gobierno del presidente de la República, Santiago Peña, priorizó la dotación de los millonarios pupitres chinos, adjudicados a US$ 97 cada uno (G. 756.600, al cambio actual), en la Escuela Básica N° 8175 San Francisco, ubicado en Zeballos Cué, Asunción, antes que la reparación de la institución educativa, en riesgo de derrumbe.
La infraestructura del centro educativo, ubicado en el “barrio modelo” creado durante el gobierno de Horacio Cartes (2018) en honor al papa Jorge Bergoglio, se encuentra en peligro apenas siete años después de su construcción. El cielorraso se cae a pedazos, el agua filtra por todas partes, lo que deteriora las paredes.
Durante casi dos meses, los 1.015 estudiantes matriculados dieron clases virtuales y recién tras reiterados reclamos, fueron reubicados en distintas zonas de la comunidad, ante la dramática situación, consecuencia del abandono del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Así es que 116 estudiantes del tercer ciclo en el turno mañana, por ejemplo, dan clases en precarias carpas prestadas por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), a oscuras y sin espacio para los docentes, que en algunas ocasiones enseñan desde el patio, fuera de la lona.
Las prioridades del Gobierno
El Gobierno desoye los reclamos de la comunidad educativa, que aguarda la urgente reparación de la escuela San Francisco y, en lugar de arreglar el establecimiento, entregó los cuestionados pupitres chinos, que encima apenas caben en las carpas.
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“La verdad que es difícil dar clases así, en la oscuridad, buscamos estrategias, salimos un rato a merendar, por ejemplo entre las 7:30 y las 8:00, para no estar cuatro horas sin luz en las carpas”, explicó la profesora Rosa Latorre.
La directora de la institución, Guillermina Fernández expresó que, si bien agradecen la entrega de los pupitres nuevos, también deben tener una serie de cuidados, al no contar con la infraestructura adecuada, para evitar que el mobiliario se deteriore cuando se moje con las lluvias.
Agregó que ante esta situación, buscarán mudarse lo antes posible, la semana que viene, a otro predio cedido en el barrio para dejar las carpas de manera definitiva. “Esperamos que nos llegue la reparación de la escuela, que es la que tiene el espacio necesario para albergar a nuestros más de 1.000 alumnos”, afirmó.
La compra de los muebles asiáticos
La Itaipú Binacional adjudicó por un total de US$ 32 millones la compra de pupitres chinos a la empresa Kamamya S.A., conocida fabricante de frazadas en Ciudad del Este.
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La firma es propiedad de Long Jiang, amigo íntimo del vicepresidente de la República, Pedro Alliana y del clan Zacarías Irún, de Ciudad del Este. Precisamente, un miembro de este clan, Justo Zacarías Irún, es el director paraguayo de Itaipú.
Según datos de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), el precio de las primeras 16.560 unidades despachadas era aproximadamente de US$ 32,81 (G. 249.000) por cada juego de mesas y sillas. El precio es casi tres veces menos que lo presupuestado por Itaipú y Kamamya S.A., de US$ 97 (G. 756.600) por cada unidad.
Según datos de la hidroeléctrica, en más de tres meses, desde el 6 de marzo, entregaron el 62% de los 330.000 sets de mobiliario pedagógico adquiridos.
Familias siguen esperando por reparaciones
Pedro Oviedo, padre de cinco alumnos en la escuela San Francisco, agradeció por los pupitres, pero también pidió celeridad en la refacción de la institución que se encuentra en peligro de derrumbe.
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Indicó que actualmente, como las aulas están clausuradas, tiene a sus hijos dando clases esparcidos por el barrio. Dos de los retoños estudian en las carpas, justamente, bajo un intensa oscuridad.
“Tenemos la esperanza de que cuando termine la primera etapa (antes del 14 de julio, inicio de las vacaciones de invierno), la Itaipú realice los trabajos necesarios”, dijo una profesora. La binacional se encarga del mantenimiento de todo el barrio San Francisco.
Concejales solicitarán informe a Itaipú ante posible “reproche penal”
La Junta Municipal de Asunción aprobó en su última sesión, el miércoles, un pedido de informe a la Itaipú Binacional, encargada de la construcción y mantenimiento de la Escuela Básica N° 8.175.
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El pedido fue presentado por la edil Fiorella Forestieri (PLRA), quien en su nota menciona la posibilidad de “reproches penales” como “lesión de confianza”, “actividades peligrosas en la construcción” y “estafa” en caso de comprobarse conducta dolosa en la ejecución o supervisión de la obra.
“Según denuncias que tenemos, en los primeros dos años la obra ya presentó fallos estructurales evidentes, lo que motivó a la construcción de nuevos pilares de construcción”, apuntó la concejala liberal.
Remarcó que debe haber consecuencias legales, institucionales y económicas. “Las constructoras, fiscalizadores y funcionarios responsables deben rendir cuentas no solo penalmente, sino también en la vía civil, por los daños y perjuicios a la comunidad educativa y a la ciudadanía”, dijo.