¿Qué es el colágeno?
El colágeno es la proteína más abundante en nuestro cuerpo, presente en la piel, huesos, tendones y cartílagos. Su función principal es proporcionar estructura, fuerza y elasticidad a los tejidos.
Con los años, la producción natural de colágeno disminuye, lo que está relacionado con arrugas, flacidez y dolor articular.
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El auge de los suplementos
El mercado del colágeno, en presentaciones como polvos, cápsulas y bebidas, ha experimentado un boom global. Solo en 2023, movió más de US$ 8.000 millones, impulsado por la promesa de revertir los signos del envejecimiento y mejorar la salud integral.
Las marcas ofrecen mensajes contundentes: “ayuda a regenerar la piel”, “refuerza el cabello y las uñas”, “protege tus articulaciones”. Pero, ¿estos beneficios están respaldados científicamente?
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Qué dice la ciencia
1. Piel. Algunos estudios, como los publicados en la revista Journal of Drugs in Dermatology, sugieren que la ingesta de péptidos de colágeno puede mejorar la hidratación y elasticidad de la piel en mujeres mayores de 35 años, especialmente cuando se consume durante varios meses.

Sin embargo, los efectos suelen ser modestos, y no todos los ensayos han mostrado resultados concluyentes.
2. Articulaciones. En condiciones como la osteoartritis, investigaciones como la publicada en Current Medical Research and Opinion han reportado una leve reducción del dolor articular al consumir colágeno hidrolizado.

A pesar de ello, la mejoría no es universal y expertos recomiendan precaución, ya que estos estudios suelen tener tamaño limitado y dependen de la percepción subjetiva del dolor.
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3. Cabello y uñas. La evidencia en este caso es aún más débil. La mayoría de resultados provienen de testimonios o estudios patrocinados por las propias marcas, con metodologías poco rigurosas.

No existe, a la fecha, suficiente respaldo científico que permita afirmar que tomar colágeno fortalece significativamente el cabello o las uñas.
4. Absorción y eficacia. Un punto clave es que el colágeno ingerido se descompone en aminoácidos durante la digestión. No hay garantía de que esos aminoácidos se utilicen para fabricar colágeno en la piel o las articulaciones.
Factores como la genética, la alimentación y el estilo de vida influyen más en la producción natural de esta proteína.
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¿Es solo márketing?
Si bien existen algunos beneficios potenciales, la mayoría de las afirmaciones que circulan en la publicidad y redes sociales son exageradas o carecen de un respaldo científico sólido. Muchos especialistas coinciden en que el colágeno es seguro como suplemento, pero no es una “fuente de la juventud” ni un remedio milagroso.
La clave está en mirar con escepticismo las promesas de resultados rápidos y milagrosos, y recordar que una dieta equilibrada (rica en proteína, vitamina C y zinc), el uso de protector solar y hábitos saludables son las mejores estrategias para cuidar la piel y las articulaciones.
El colágeno puede ser un buen complemento para algunas personas, pero no reemplaza un estilo de vida saludable ni garantiza los beneficios que la publicidad promete. Antes de invertir en suplementos costosos, lo ideal es consultar con un especialista y tener claras las expectativas: la ciencia avanza, pero aún no ofrece milagros en un frasco.