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JustoEl barco del continuismo se está hundiendo y el témpano que nos está ayudando es el gran país del Norte, a quién pedimos que continúe dándonos esperanzas con más nombres de “significativamente corruptos”. Nuestra justicia está podrida y no lo ve; nuestras instituciones están contaminadas por la exclusión, el clientelismo y la corrupción. ¿Qué pasaría si en la próxima lista aparecen algunos miembros de la Corte Suprema o ex Directores y Consejeros de Itaipú? Habría que comparar sus declaraciones juradas antes y después de ser ejecutivos de la binacionales.
Pero hay algo que me preocupa y debo confesarlo públicamente, una vez más. El tema pasa por dos estereotipos económicos y socio-políticos, muy arraigados en nuestro sistema: el estatismo Vs. el racionalismo de Estado. Las preguntas que debemos hacernos, consecuentemente, son: ¿Es eficiente el Estado, así como está hoy? ¿Es racional e inteligente seguir haciendo lo mismo? ¿Son prudentes para un nuevo tiempo el clientelismo y el prebendarismo, basado en las repugnantes afiliaciones? ¿Imitaremos lo que hicieron los colorados durante 70 años? Si la respuesta de la Concertación fuese: “Repetiremos los viejos errores de los estatistas, pero nuestra copia será mejor”, estaríamos entrando de contramano en la nueva república.
Pero como soy coordinador del Sector Energía de la Mesa Técnica de la Concertación, mi deber es aclarar algunas cuestiones consensuadas entre todos los partidos y movimientos:
1º. Ejerceremos nuestra soberanía energética desde el 1 de mayo del 2023. Nuestros socios lo sentirán desde el resultado de las elecciones. Para tal efecto no necesitamos de un canciller, sino de un resultado democrático, amplio y claro, el 30 de abril.
2º. Como la soberanía no se pide, sino se ejerce, la contraparte no tendrá otro camino sino el que expresó claramente su presidente, Lula Da Silva: “Queremos liderar Latinoamérica, y eso solo se consigue con equidad y justicia con nuestros vecinos”; palabras más o menos, el mensaje de Itamaratí ya llegó al Paraguay.
3º. Direccionaremos nuestros excedentes hacia el desarrollo del Paraguay. Eso significa energía segura y asequible para las pymes e industrias que generan muchos empleos; ¡no las grandes electro-intensivas que consumen mucho, pero generan pocos empleos!
4º. Los excedentes los venderemos a precio justo como está establecido desde el Acta Final de Foz de Yguazú, germen y alma del Tratado.
5º. Las obras inconclusas de ambas binacionales serán puestas sobre la mesa, ¡inclusive antes del acuerdo tarifario! Somos un país mediterráneo.
6º. En la Concertación creemos que las binacionales son partes y negocios del Estado. Otros piensan que son entelequias del nirvana o un principado instalado entre dos monarquías. ¿Qué son en realidad hoy las binacionales? Eso lo modificaremos radicalmente.
7º. Avanzar hacia una matriz energética renovable y sustentable.
8º. Partir hacia un sistema de transporte eléctrico masivo, de cargas y de pasajeros. Alejarnos de las chatarras políticas del transporte urbano actual es un imperativo.
9º. Daremos una atención especial a lo combustibles: biomasa renovable, alcohol, priorizando la caña de azúcar, además del biodiésel, reactivaremos el Plan Nacional del Mbokaja y otros.
10º. La prospección petrolífera y minera será tomada en serio. Tenemos gas, minerales preciosos, uranio y otros que hoy están en poder de mafias.
11º. El Sistema Interconectado Nacional, SIN, será reacondicionado y puesta en valor para darle estabilidad y facilitar la incorporación de capitales. Muchos inversionistas hoy se dirigen a otros países que le ofrecen dos cuestiones capitales: previsibilidad y seguridad jurídica, a pesar de nuestro bono energético y demográfico.
12º. Rechazo del acuerdo Cartes-Macri en Yacyretá y adopción de los seis puntos históricos de Itaipú, a recordar: revisión de la deuda, precio justo, paridad y cogestión, obras faltantes, libre disponibilidad de nuestros excedentes y transparencia (ingreso de la CGR).
Esta es la oferta de la Concertación, cualquier otra postura deberá pasar por la mesa técnica y será sometida a la participación de los técnicos y las asambleas de los partidos y movimientos. Tal vez haya algunas omisiones que aún serán tratadas luego del 15 de agosto del 2023. No podemos olvidar el filtro democrático del Congreso. Por eso es necesario lograr una mayoría y saber negociar, a pesar de nuestras diferencias ideológicas.
Justo
Nuestros excedentes los venderemos a precio justo, tal como está establecido desde el Acta de Yguazú, germen y alma del Tratado.
Ejercicio
Ejerceremos nuestra soberanía energética desde el 1 de mayo del 2023. Nuestros socios lo sentirán desde el resultado de las elecciones.
Pymes
Direccionaremos nuestros excedentes hacia el desarrollo del Paraguay. Eso significa energía segura y asequible para las pymes e industrias...
(*) Exasesor del DGP y Superintendente de Energías Renovables de Itaipú.