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La desafortunada respuesta que dio el 17 de marzo de 2025 el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, al periodista deportivo que le consultó si se imaginaba la Copa Libertadores de América sin equipos brasileños, «Eso sería como Tarzán sin Chita: imposible», encendió una nueva polémica sobre el racismo en el mundo del fútbol sudamericano.
Esta respuesta causó indignación en Brasil, puesto que la compañera del personaje de ficción mencionada por Domínguez es un mono, animal asociado en expresiones racistas a jugadores de fútbol de color, tanto de Brasil como de otros países.
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Todavía no se habían calmado bien las aguas del incidente que involucró a un jugador del equipo brasileño Palmeiras Sub 20, Luighi, a quien unos hinchas trataron de «macaco» en un partido con Cerro Porteño en San Lorenzo el 6 de marzo, cuando la respuesta de Domínguez reavivó el escándalo del racismo en el fútbol. Terminado el partido, Luighi, visiblemente afectado, respondió llorando a un periodista que no le preguntó sobre el episodio: «¿Hasta cuándo vamos a pasar esto? Lo que me hicieron es un crimen. ¿No me vas a preguntar sobre eso? ¿Qué va a hacer la Conmebol sobre esto? ¿Qué va a hacer la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) sobre esto?».

El Club Palmeiras emitió un comunicado: «Es inaceptable que, una vez más, un club brasileño tenga que lamentar un acto criminal de racismo ocurrido en partidos válidos para competiciones de la Conmebol. El Club Palmeiras ofrece toda su solidaridad a los deportistas del club que compiten en la Libertadores Sub 20 de Paraguay y anuncia que acudirá a la última instancia para que todos los involucrados en este repugnante episodio de discriminación sean debidamente sancionados» (1).
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Luego de esto, el propio presidente brasileño Lula escribió en su cuenta de X: «Todo el apoyo a nuestro joven Luighi, de Palmeiras, víctima de un acto racista en Paraguay. El fútbol es trabajo colectivo, superación y respeto. El racismo significa el fracaso de la humanidad. Basta de odio disfrazado de rivalidad» (2).
La Conmebol, por su parte, publicó lo siguiente: «La Conmebol rechaza tajantemente cualquier acto de racismo o discriminación de cualquier tipo. Se implementarán las correspondientes medidas disciplinarias, y se están evaluando acciones adicionales en consulta con expertos en la materia» (3).
El Club Cerro Porteño, a su vez, lanzó un comunicado que afirmaba: «El Club Cerro Porteño manifiesta su total repudio a todo tipo de hechos de racismo, xenofobia y discriminación, al mismo tiempo solicitamos apoyo a todos los actores del fútbol y de la sociedad misma en lograr un fútbol sano y libre de actos que dañan y manchan la máxima fiesta del deporte» (4).
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Los directivos de Cerro Porteño enviaron además una carta al Club Palmeiras pidiendo disculpas por lo sucedido y asegurando que se identificará y sancionara a los responsables de los actos y dichos racistas contra el jugador brasileño: «Expresamos nuestras más sinceras disculpas por el lamentable, repudiable y triste comportamiento de ciertas personas que se encontraban apostadas en las tribunas (…) Dichos comportamientos no reflejan el pensar ni el sentir ni la forma de ser del verdadero hincha del Club Cerro Porteño, ni de sus dirigentes (…) Desde el Club Cerro Porteño tomaremos todas las acciones pertinentes a fin de individualizar a los responsables y someterlos a sumario administrativo en el caso que se compruebe que los mismos sean socios» (5).

Ni el comunicado ni la carta salvaron a Cerro Porteño de ser sancionado por la Conmebol con el pago de 50.000 dólares, la difusión de una campaña de concientización contra el racismo en sus redes sociales y la prohibición de contar con hinchas durante los partidos de Copa Libertadores Sub 20 (6).
En este contexto se dio la declaración de Domínguez sobre Tarzán y Chita, luego de que, a raíz del hecho con Luighi, el 11 de marzo la presidenta de Palmeiras, Leila Pereira, sugiriera que Brasil abandonara la Conmebol por falta de medidas efectivas contra el racismo y se uniera a la Concacaf. De ahí la pregunta del periodista sobre la eventual salida de Brasil de la Conmebol, con la cual los equipos brasileños no jugarían la Copa Libertadores. Ante las repercusiones de su respuesta, Domínguez se disculpó: «En relación con mis recientes declaraciones, quiero expresar mis disculpas. La expresión que utilicé es una frase popular y jamás tuve la intención de menospreciar ni descalificar a nadie» (7).
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El mismo día de su polémica respuesta, durante el sorteo de grupos de las Copas Libertadores y Sudamericana, Domínguez mencionó el racismo en los partidos de la Conmebol y las medidas que los dirigentes de la entidad planean aplicar para eliminarlo: «El racismo es un flagelo que no nace del fútbol, sino de las sociedades, pero sí afecta al fútbol, y Conmebol es sensible a esa realidad. ¿Cómo no serlo frente al dolor de Luighi? Nuestro desafío es ser justos con quienes no son responsables de estos hechos. Conmebol aplica sanciones y hace todo lo que está a su alcance para cambiar esta realidad, pero no es suficiente (…) Hemos decidido convocar a las autoridades gubernamentales de nuestros países y a los representantes de nuestras Asociaciones Miembro. Nuestro objetivo es establecer un marco de actuación conjunta que permita responder de manera simultánea y coordinada ante cualquier expresión discriminatoria en el campo de juego, aplicando tanto nuestro reglamento como el código penal correspondiente de cada país» (8).

Más allá del conjunto de declaraciones, comunicados, sanciones, indignación y comentarios en redes sociales (unos reprochando los hechos, otros minimizándolos) que se dieron en el espacio de unos diez días a raíz de una expresión de racismo en un estadio paraguayo, como mencionó Domínguez, el racismo en el fútbol nace de las sociedades y se manifiesta en sus estadios.
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El racismo predominante en el siglo XXI hunde sus raíces en el colonialismo europeo que comenzó en el siglo XVI, qué asignó a personas de diferentes lugares del mundo, asociadas con características físicas diferentes a las de quienes las dominaron, un lugar en la jerarquía social mundial, asociando la subordinación económica y de estatus a la que les condenaron a una supuesta inferioridad racial, de la que se desprendía que su posición social era merecida.

La persistencia de este racismo colonial, producto de un orden social en el que los blancos fueron considerados superiores a negros, indígenas y personas con otros tipos físicos, perpetúa estereotipos ofensivos que tienen repercusiones prácticas en la vida diaria de millones de personas en todo el mundo: al buscar trabajo, se cierran las puertas a quienes son negros o indígenas; al caminar por la vía pública, se les ofende sin haber hecho nada. Y esto sucede fuera de los estadios.
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La indignación que generó el hecho de que trataran de «mono» a un jugador de color brasileño y las sanciones qué generó y que generarán a futuro este tipo de actos nos recuerdan que el racismo está presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, y también en el fútbol.
Conscientes de esta situación, el 21 de diciembre de 1965 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial a través de la Resolución 2106 (XX), buscando erradicar el racismo a nivel mundial. Desde 1966 se celebra cada 21 de marzo el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, recordando la fecha de 1960 en que la policía sudafricana abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación contra la ley de pases del apartheid (9).
Se han hecho avances a nivel mundial en contra del racismo. Pero aún queda mucho camino por recorrer. Sesenta años de campaña de la ONU para eliminar el racismo aún no han sido suficientes. Todavía quedan cortos, por el enorme peso de varios siglos de una historia que continúa presente.

Notas
(1) https://x.com/Palmeiras/status/1897804558044381406
(2) https://x.com/LulaOficial/status/1898103811769516047
(3) https://x.com/CONMEBOL/status/1897819023452389479
(4) https://x.com/CanteraCCP/status/1898002618850427038
(5) https://www.versus.com.py/cronica/2025/03/08/escandalo-por-racismo-pone-a-cerro-en-el-foco-mundial/
(6) https://esportes.r7.com/lance/conmebol-aplica-punicao-ao-cerro-porteno-por-ato-racista-contra-luighi-do-palmeiras-09032025/
(7) https://x.com/agdws/status/1902015898514346146
(8) https://www.ole.com.ar/futbol-internacional/libertadores/disculpas-alejandro-dominguez-luego-frase-tarzan-chita-genero-ruido-brasil_0_J0M1gfIfXy.html
(9) https://www.un.org/es/observances/end-racism-day
*Marcelo Bogado es licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), máster en Estudios Latinoamericanos con énfasis en Antropología por la Sorbonne Nouvelle (París 3), investigador, docente y autor de los libros Representaciones y prácticas de salud en dos comunidades mbya guaraní de Caazapá (Kuña Aty, 2012) y Antropología Social (Santillana, 2023).