Alaska: rutas esenciales para explorar glaciares, vida salvaje y culturas originarias

Descubrí cómo recorrer Alaska a través de caminos que permiten experimentar glaciares milenarios, avistar animales en libertad y conectar con tradiciones de pueblos originarios.

Glaciar Matanuska, Alaska.
Glaciar Matanuska, Alaska.Shutterstock

Glaciares imponentes y naturaleza sin límites

Las rutas de Alaska ofrecen una experiencia inigualable para quienes buscan aventura y contacto con paisajes majestuosos.

Alaska.
Alaska.

Los glaciares constituyen uno de los principales atractivos: el Parque Nacional de los Fiordos de Kenai y el Glaciar Exit suelen elegirse por su fácil acceso y la posibilidad de acercarse en kayak o a pie.

Parque Nacional Denali al fondo. Alaska.
Parque Nacional Denali al fondo. Alaska.

En rutas menos transitadas, los glaciares Matanuska y Worthington proponen trekking sobre hielo y escalada para quienes persiguen desafíos mayores.

Verano en Alaska.
Verano en Alaska.

Además, la carretera de Alaska (Alaska Highway) conecta pueblos remotos y pasa por reservas naturales donde el hielo milenario convive con bosques profundos y aguas cristalinas.

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Juneau, Alaska.
Juneau, Alaska.

En verano, la Ruta del Círculo Ártico permite experimentar el sol de medianoche rodeado de paisajes dominados por glaciares flotantes.

Encuentro con la fauna: osos, caribúes y águilas

La diversidad de animales silvestres es otro atractivo imprescindible. El Parque Nacional Denali, accesible por tren o por rutas panorámicas, se destaca por su gran población de osos grizzly, alces y caribúes, visibles en excursiones guiadas o incluso desde la carretera.

Oso Grizzly en Alaska.
Oso Grizzly en Alaska.

En el río Kenai, la pesca de salmón y la observación de águilas calvas se combinan con paseos en bote.

Manada de alces caminando a través de una carretera cubierta de una capa de nieve con Donnelly Dome al fondo en un día de invierno en Alaska.
Manada de alces caminando a través de una carretera cubierta de una capa de nieve con Donnelly Dome al fondo en un día de invierno en Alaska.

Para quienes buscan mayor aislamiento, la Ruta de la Península de Alaska atraviesa hábitats de lobos, zorros árticos y aves migratorias. Las costas cercanas a Seward y Homer son terreno fértil para avistajes de ballenas, nutrias y leones marinos, especialmente entre junio y septiembre.

Presente y herencia de culturas indígenas

Alaska no solo brinda naturaleza intacta: los caminos que cruzan el estado llevan también al encuentro con comunidades nativas como los Yup’ik, Iñupiat, Tlingit y Athabascanos.

Los viajeros pueden visitar centros culturales y museos en ciudades como Anchorage o Juneau, donde se presentan artes visuales, danzas y relatos orales tradicionales.

Ferrocarril al Parque Nacional Denali, Alaska.
Ferrocarril al Parque Nacional Denali, Alaska.

En la Carretera Glenn y el corredor Copper River, pueblos originarios abren sus puertas a quienes desean aprender sobre técnicas ancestrales de caza, pesca y uso de recursos locales.

Ketchikan, Alaska.
Ketchikan, Alaska.

En eventos comunitarios, la gastronomía típica—basada en salmón ahumado, frutos silvestres y carne de caribú—es parte fundamental de la experiencia.

El turismo en Alaska está cada vez más orientado a respetar el entorno y promover intercambios genuinos con las culturas originarias, ofreciendo una oportunidad única para quienes buscan explorar más allá de los paisajes e involucrarse en la herencia viva de la región.

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