Primeros pasos: llegar y moverse barato
Moverse por Viena no requiere una gran inversión si aprovechás el transporte público. El metro, los tranvías y los buses funcionan de manera eficiente, y existen pases diarios o semanales muy económicos.
Muchos de los principales atractivos están a poca distancia unos de otros, así que caminar es otra opción ideal. Además, podés alquilar bicicletas públicas y así explorar barrios históricos a tu ritmo.
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Museos, arte y parques… gratis o casi
Viena sorprende por su cantidad de actividades culturales sin costo. Varias galerías abren sus puertas gratuitamente en fechas seleccionadas o los primeros domingos del mes.

La MuseumsQuartier, por ejemplo, ofrece exposiciones de entrada libre y conciertos al aire libre. No te pierdas el Belvedere 21, donde el arte contemporáneo es protagonista y muchas muestras son gratuitas.
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Clásicos al alcance de todos
¿Pensabas que los jardines de palacios como Schönbrunn solo eran para quienes pagan la entrada completa? No es así: los jardines y parques históricos son gratuitos, ideales para almorzar algo comprado en un supermercado y relajarte entre fuentes y esculturas.

El Stadtpark te regala la famosa estatua dorada de Strauss sin que tengas que abrir la billetera.

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Comer bien sin gastar mucho
No hace falta sentarte en restaurantes caros para probar la gastronomía vienesa. Los Würstelstands —los tradicionales puestos callejeros de salchichas— ofrecen clásicos como la käsekrainer por pocas monedas.

En cafeterías y panaderías podés saborear tortas típicas en porciones individuales, y los supermercados cuentan con opciones listas para quienes prefieren un picnic al borde del Danubio.
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Experiencias auténticas y diferentes
Los mercados como Naschmarkt te invitan a sumergirte en la vida cotidiana de Viena, probar productos locales y disfrutar de arte urbano en sus alrededores.

Para la música, muchas iglesias y espacios públicos organizan conciertos gratuitos de música clásica o misas cantadas, especialmente los fines de semana.
Rincones secretos para sentir la ciudad
Si buscás escapar de las rutas turísticas tradicionales, explorá barrios como Neubau o Leopoldstadt. Acá encontrás cafés de autor, galerías alternativas y pequeños parques donde se respira el pulso joven y creativo de la ciudad.

El canal del Danubio es otro punto de encuentro preferido para locales, perfecto para tomarse algo al atardecer y mirar intervenciones de street art.
Sin importar el presupuesto, Viena ofrece opciones auténticas y asequibles para quienes desean conocer sus múltiples facetas sin resignar calidad ni experiencias memorables.