Aunque Punta Cana es el destino más famoso, República Dominicana guarda playas menos conocidas que ofrecen paisajes vírgenes, tranquilidad y contacto auténtico con la naturaleza y la cultura local.
Estas cinco joyas costeras son ideales para quienes buscan algo más que resorts.
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1. Playa Rincón (Samaná)

Una de las playas más espectaculares del país, rodeada de montañas y selva.

- Por qué ir: aguas turquesa, arenas blancas y ambiente casi intacto.
- Qué hacer: snorkel, paseo en bote, almuerzo criollo frente al mar.
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2. Bahía de las Águilas (Pedernales)

Un paraíso remoto en el suroeste del país, dentro del Parque Nacional Jaragua.
- Por qué ir: belleza virgen, cero construcciones y biodiversidad única.
- Qué hacer: exploración natural, avistaje de aves, baños en aguas cristalinas.
3. Playa Bonita (Las Terrenas)

Tranquila, familiar y con una de las mejores puestas de sol de la zona.
- Por qué ir: ambiente relajado, ideal para descansar sin multitudes.
- Qué hacer: paddleboard, kayak, snorkel o simplemente caminar por la orilla.
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4. Playa Cosón (Las Terrenas)

Extensa y salvaje, con cocoteros infinitos y una atmósfera auténtica.
- Por qué ir: belleza natural y poca masificación turística.
- Qué hacer: surf, largas caminatas, almorzar en el clásico restaurante Luis.
5. Playa Grande (Río San Juan)

Con olas consistentes y vistas panorámicas, es una favorita de surfistas y locales.
- Por qué ir: naturaleza exuberante, entorno sin explotar comercialmente.
- Qué hacer: surf, comida local en quioscos y descanso frente al mar abierto.