Cuando se habla de Italia, nombres como Roma, Venecia o Florencia suelen ocupar el centro de la escena. Pero lejos del bullicio del turismo masivo, el sur del país guarda secretos que están comenzando a salir a la luz. Uno de ellos es Bari, una ciudad portuaria fascinante y cada vez más elegida por quienes buscan autenticidad, historia viva y el sabor inconfundible del Mediterráneo.
Lea más: Destinos termales en América Latina: relax y bienestar entre montañas
Un pasado que se siente en cada rincón
Capital de la región de Apulia, Bari tiene más de dos mil años de historia. Fundada como puerto griego y transformada por romanos, bizantinos, normandos y españoles, su arquitectura y cultura reflejan este cruce de civilizaciones.

La mezcla se percibe en cada calle, en cada piedra y en cada plaza de su centro histórico.
Lea más: Escapadas invernales en Sudamérica: cinco destinos ideales para disfrutar del frío
Bari Vecchia: tradición viva entre callejones
El alma de la ciudad está en Bari Vecchia, el casco antiguo. Allí, las calles estrechas desembocan en pequeñas plazas y antiguos patios, mientras la Basílica de San Nicolás se alza como un símbolo espiritual compartido por católicos y ortodoxos.

En este barrio, aún es posible ver a las vecinas preparando orecchiette a mano en las puertas de sus casas, una escena que parece detenida en el tiempo.
Lea más: Cinco rutas del café en América Latina para saborear con todos los sentidos
Sabores del sur: donde la cocina es cultura

En Bari, la comida no es solo una necesidad: es un arte cotidiano. Los sabores locales se basan en ingredientes frescos, sencillos y profundamente ligados a la identidad del lugar.

- Orecchiette con cime di rapa: esta pasta artesanal, emblema de la ciudad, se sirve con grelos, ajo, aceite de oliva y anchoas. Un plato humilde, pero lleno de carácter.
- Mercados locales: lugares como el Mercato di Santa Scolastica o el Mercato del Pesce ofrecen una experiencia sensorial completa, entre aromas, voces y productos recién traídos del campo o del mar.
Lea más: Cinco errores comunes al visitar Nueva York por primera vez (y cómo evitarlos)
Mar cristalino y playas urbanas

Gracias a su ubicación sobre el Adriático, Bari también regala momentos de calma frente al mar. La playa Pane e Pomodoro, a minutos del centro, es ideal para nadar, tomar sol o disfrutar de un día de descanso entre locales, lejos de los destinos playeros más saturados.
Cultura viva todo el año
Bari no solo tiene historia, también está muy viva en lo cultural. Uno de los momentos más esperados es la Fiesta de San Nicolás, cada diciembre, con procesiones marítimas, espectáculos y celebraciones que conectan tradición religiosa y espíritu festivo.
Bari no compite con Roma ni Venecia: ofrece algo diferente. Su esencia está en la vida cotidiana, en la historia que se respira en sus calles, en los sabores que nacen en las casas y se comparten sin prisa. Para quienes buscan una Italia más auténtica, sin filtros ni clichés turísticos, Bari es una puerta abierta a lo inesperado.