Errores al visitar Nueva York por primera vez
1. Subestimar las distancias. Nueva York puede parecer compacta en un mapa, pero en la práctica es inmensa. Caminar de un punto turístico a otro puede llevar mucho más tiempo del esperado, y si no planificás bien, vas a terminar agotado.
Consejo: usá aplicaciones como Google Maps o Citymapper para armar tu recorrido y comprá una MetroCard para moverte fácilmente en subte y colectivos.
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2. Pasar todo el tiempo en Times Square. Sí, Times Square es un ícono, pero no es lo más interesante de Nueva York. Es ruidoso, caro y está lleno de turistas. Si pasás todo tu tiempo ahí, te perdés la verdadera esencia de la ciudad.

Consejo: explorá barrios como Brooklyn, Harlem, Queens o el Upper West Side. Cada uno tiene su identidad y te va a mostrar una cara distinta de la ciudad.
3. Comer solo en zonas turísticas. Nueva York es un paraíso gastronómico, pero comer en lugares turísticos puede ser una experiencia cara y mediocre. Las mejores comidas están, muchas veces, fuera del radar del visitante promedio.

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Consejo: buscá mercados locales, puestos callejeros y pequeños restaurantes de barrio. Astoria, el Lower East Side o Williamsburg son excelentes opciones para probar buena comida sin pagar de más.
4. No llevar algo de efectivo. Aunque casi todo se puede pagar con tarjeta o celular, algunos puestos callejeros, mercados o negocios pequeños siguen prefiriendo el efectivo.
Consejo: llevá siempre algo de dinero en efectivo, especialmente si planeás comprar recuerdos, comer en la calle o usar servicios locales.
5. Vestirse sin considerar el clima. El clima en Nueva York puede cambiar rápido y de forma extrema entre estaciones. En verano hay humedad agobiante, y en invierno, frío intenso con nieve.

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Consejo: vestite en capas y revisá el pronóstico. En verano, llevá ropa ligera y agua. En invierno, abrigo, gorro y calzado resistente al frío.
Evitar estos errores te va a permitir disfrutar de una Nueva York más auténtica, cómoda y rica en experiencias. No te quedes solo con lo obvio: explorá, probá, perdete un poco y dejate sorprender por una ciudad que nunca se agota.