Se realizan trabajos en el parque Caballero, inician ampliación del vivero en el lugar, luego de que se mudaran 35 familias que vivieron en un sector del espacio verde por alrededor de 11 años.
Gustavo Massi, director Infraestuctura IPS-gua, omoañete inquilino oïva vivero “Isla de Francia” omonéîha upe acuerdo ombomichîve haguã hectárea oiporúva. Upéicha oiméva peteî térã mokõiháme umi pokõi oïvagui.
El proyecto de realización del vivero fue llevado a cabo de manera conjunta, en el marco del convenio entre la Gobernación de Cordillera y el Instituto Forestal Nacional, para trabajar en la producción de plantines apuntando a la reforestación con pequeños productores.
Para embellecer y promover la higiene de la ciudad se creó en 1918 la almáciga y vivero municipal que hasta hoy funciona en un relegado rincón del Parque Caballero. El criadero de árboles y plantas tuvo sus momentos de esplendor en que llegó a producir hasta 450.000 plantas al año. Para la venida del papa Juan Pablo II en 1988 se llegó a preparar 300 tablones de flores.
Esdrulfo Acuña (62) es actualmente el obrero más antiguo del vivero del Parque Caballero. Actualmente se mantienen unos 40 almácigos que están bajo sus mimos y cuidados. “Hay todavía gente que viene a observar nuestras plantas y a preguntar cómo trabajamos”, comenta mientras limpia los tablones.
Un vivero forestal de la campaña de reforestación “A todo pulmón, Paraguay respira” quedó oficialmente inaugurado ayer en el parque Ñu Guasu, en un sector del edificio de las oficinas centrales de la administración del lugar.