7 de julio de 2025
Mañana se cumple un siglo del primer balbuceo sin sentido de las sílabas idiotas de «Dadá» en torno a una sucia mesa del infame Cabaret Voltaire (abierto tres días antes por el poeta Hugo Ball en un barrio de mala reputación de Zürich –repleta de fugitivos de la guerra que ensangrentaba a Europa–) durante la legendaria tarde del 8 de febrero de 1916.
El surrealismo no es solo un movimiento artístico, sino un cambio de sensibilidad que se fue incorporando a la vida cotidiana y que se desarrolló en una época de crisis social, política y cultural. El movimiento sigue vigente y despierta interés en los museos de todo el mundo.
Durante la década de 1960 aparece una serie de teatros: el Teatro Laboratorio de Jerzy Grotowski, el Teatro de la Crueldad de Peter Brook, Le Théâtre du Soleil, una cooperativa de trabajadores franceses formada por Ariane Mnouchkine y el Open Theatre, dirigido por Joseph Chaikin. En la escena española hicieron su aparición, el Teatro Estable Independiente, el Teatro Tábano y Los Goliardos, en Madrid; en Sevilla apareció Esperpento; en Zaragoza, el Teatro de la Ribera.