Una breve pincelada histórica sobre la rentabilización de las emociones en la Modernidad, a propósito del inminente jueves, Día de San Valentín.
«El nacimiento del Purgatorio, enlace con la Modernidad en el seno de un mundo en buena parte aún feudal pero en el cual el dinero ya abre puertas, y no solo en la Tierra, revela a nuestro juicio cuán gruesos son los brochazos con los que se la suele separar de la Edad Media».
Una breve pincelada histórica sobre la rentabilización de las emociones en la Modernidad, a propósito del inminente jueves, Día de San Valentín.
Segunda entrega de nuestro pionero proyecto zoohistórico. Hoy, un macabro episodio de la historia de la medicina del siglo XVII, en cuyos anales las patas de un extraño gato han dejado su huella fatídica.
El mismo año –1889– en que se inauguraba la Torre Eiffel, el primer número de The Wall Street Journal salía a las calles y nacía Adolf Hitler, y el mismo lunes –23 de septiembre– en que moría en Londres el autor de The Moonstone, Wilkie Collins, Fusajiro Yamauchi abría en Kioto un pequeño negocio que creció rápidamente vendiendo naipes artesanales a la Yakuza, mafia que controlaba las salas de juego y las apuestas. Lo llamó Nintendo.
Las cuestiones políticas de De Cárdenas con los jesuitas le habían valido el destierro al obispo en la ciudad de Corrientes. Estuvo allí hasta 1647.