La presión ciudadana ejercida contra la ministra de Educación, Marta Lafuente, podría terminar siendo su tabla de salvación. Gracias a ella, el MEC no firmó el contrato con la empresa proveedora del agua y el cocido “de oro” y por eso no se consumó el delito, por lo que la denuncia puede ser desestimada. El fiscal adjunto de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción del Ministerio Público, Federico Espinoza, dijo que se está analizando la cuestión.
La ministra de Educación, Marta Lafuente, denunció ayer que el senador colorado Silvio Ovelar les agredió verbalmente a ella y a su entorno por rechazar un pedido de nombramiento. El legislador negó que haya “patoteado” a la ministra y señaló que solo fue a “urgirle” a que designe a un supervisor del MEC en Caaguazú.