30 de noviembre de 2024
El administrador de la estancia Toroveve, Hugo Galli, recordó ayer ante la prensa que el sábado estaban cenando y luego escucharon que alguien golpeaba con las manos, salieron y encontraron a Franz Wiebe. “Salí, le saludé, le abracé y le hice pasar a mi casa”, dijo. Siguió relatando que “Franz lo primero que pidió fue un vaso con agua”, luego se sentaron a conversar y le preguntó cuáles fueron las directivas.