Administrador de estancia cuenta cómo se encontró con el joven

El administrador de la estancia Toroveve, Hugo Galli, recordó ayer ante la prensa que el sábado estaban cenando y luego escucharon que alguien golpeaba con las manos, salieron y encontraron a Franz Wiebe. “Salí, le saludé, le abracé y le hice pasar a mi casa”, dijo. Siguió relatando que “Franz lo primero que pidió fue un vaso con agua”, luego se sentaron a conversar y le preguntó cuáles fueron las directivas.

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Franz le pidió llamar a su papá. “Llamamos a los padres y le dimos la noticia”, comentó.

Luego lo trasladó junto a su familia. “Le subí a la camioneta, le dije al padre que nos encontráramos en un determinado lugar, en el trayecto conversé con él, oramos mucho, ahí dio testimonio que solamente Dios le pudo haber ayudado para estar en donde está, lo primero que hice con él fue orar, oramos todo el camino, solamente él repetía, si no es por Jesús yo no estaría aquí, eso repitió más de 7 veces”, recordó.

El ansiado y esperado encuentro de Franz con su familia tuvo lugar a unos 20 kilómetros del casco central de la estancia, casi llegando a la colonia menonita Río Verde,

“No le largué a él, él vino a mí y yo me encargué de hacerle llegar a su casa, ni siquiera le permití que se baje de mi camioneta, le traje a los padres en mi camioneta”, refirió Galli. Describió la escena de ese instante diciendo que “fue un momento muy emotivo que solamente los padres podrán explicar”.

El administrador, antes de llevarlo a Franz junto a su familia se tomó con él una fotografía para registrar ese feliz momento de la libertad.

También comentó que Franz, le dijo que nunca tuvo contacto con los otros secuestrados.

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