11 de septiembre de 2025
La atracción deja pistas en la mirada, el cuerpo y el ritmo de la charla. La investigación señala patrones consistentes —y límites— para detectarlas sin preguntar. Estas son las señales con mayor sustento empírico y cómo interpretarlas con cautela.
En el enamoramiento se idealiza el objeto amado, y quien se enamora rompe con su yo narcisista proyectando su ser en el otro. El objeto amado se convierte así en la salvación, aunque en muchos casos, en la peor enfermedad. Bachrach, biólogo investigador de la Universidad de Harvard, dice que el cerebro enamorado tiene ciertas similitudes a cuando está mentalmente enfermo o bajo los efectos de una potente droga.