1 de diciembre de 2024
La Virgen del Rosario y el Niño Jesús en brazos, por mucho tiempo, lucieron sus mejores galas en la víspera y en el día de la fiesta patronal, el primer domingo de octubre. Ambas imágenes recorrían las principales calles vestidas de delicadas prendas de ñandutí y, además, de valiosísimas joyas de oro donadas por los itaugüeños.