28 de abril de 2025
Con el paso de los siglos las formas del cuerpo de las personas han ido variando de acuerdo a maneras de vivir y de pensar. Aunque todos tenemos un cuerpo, la diferencia principal está en el aparato reproductor. Históricamente lo que el hombre más desea es la fuerza (símbolo de virilidad), mientras la mujer, la belleza (ídem, feminidad). Mientras el hombre no deja de apuntar a la fuerza física, la mujer desea atraer con un cuerpo curvilíneo. Ambos a fin de, resumidamente, mostrarse más o aún competentes para la reproducción. Esto es la función primaria en la relación entre los dos sexos. Aunque el cuerpo del varón también ha sufrido cambios, son menos notorios que en la mujer.