Doce estadios en once ciudades que costaron unos 10.000 millones de euros albergarán el Mundial de Fútbol que comenzará el jueves 14 de junio en Rusia (ver infografía). Moscú, capital rusa corazón del país, escenario de la apertura y la final en el Luzhniki, y del debut de la Argentina de Leo Messi en el Spartak, será la cara central de la Copa.
Francia, al proclamarse ayer campeona del Mundial de Rusia, recibió 32,5 millones de euros (38 millones de dólares) en ganancias de la FIFA, según cifras proporcionadas por la entidad matriz del fútbol mundial.
MOSCÚ (Daniel Chung, especial). En una proyección lógica –esa que no tuvo Rusia 2018– Francia hubiera sido la semifinalista más débil en un supuesto cuarteto con Brasil, Alemania y España. Llegar a la final hubiera significado ganarse la empatía de los neutrales.
El portero de Bélgica Thibaut Courtois fue premiado con el Guante de Oro, que destaca al mejor guardameta de Rusia 2018. Courtois encajó seis goles en los siete encuentros que Bélgica disputó en el Mundial. Dos contra Túnez, otros tantos contra Japón, uno ante Brasil y otro contra Francia, pero fue el portero con más salvadas (27), según estadísticas de FIFA, y superó a otras grandes porteros como el francés Hugo Lloris, el croata Danijel Subasic y el inglés Jordan Pickford.
MOSCÚ (Federico Arias, especial). Y se terminó el Mundial, majestuoso desde su organización, con grandes y abarrotados estadios, goles de colección, sin un rey consagrado en lo individual pero con figuras superlativas que explican por qué llegaron los que llegaron, con momentos y anécdotas que con el tiempo pasarán a ser leyendas dentro de este bendito deporte.
Una mezcla de desilusión y tristeza se apoderó de los aficionados croatas tras la derrota de su selección frente a Francia en la final de Rusia que marcó la mejor participación histórica en una Copa del Mundo. Decepción que rápidamente se diluye, da paso a un sentimiento de orgullo nacional y anticipa un clima de fiesta cuando la selección retorne hoy a Croacia.