Camino a Caacupé

Muchos devotos optan por los biciclos para llegar a la Villa Serrana a pagar su promesa o pedir favores. La mayoría llegan en conjunto de bicicletas o de motos. Entre ellos, el intendente electo de Tebicuarymi (Paraguarí), Javier González (ANR), arribó con un grupo de jóvenes de su distrito. Prometió ante la Virgen no cometer los mismos errores de la “vieja política”.

Unas 20 familias yaguaroninas, parientes entre sí, llegan a Caacupé en caravana en carretas estiradas por bueyes desde distintas compañías de Yaguarón, departamento de Paraguarí. Munidos de enseres domésticos, viandas o avíos hacen un recorrido de más de 60 kilómetros. La mayoría sale de sus comunidades cada tarde del 3 de diciembre y llega a tempranas horas del 4 de diciembre a Caacupé.

Como lo manda la tradición paraguaya, el mosto helado y el chipá calentito están siempre en la ruta del peregrino. El ingenio hace que aparezcan trapiches movidos a fuerza de buey o con motores de motocicletas. Este año la caña de azúcar da un zumo bastante dulce y sabroso, coinciden los más antiguos vendedores apostados en el camino a Caacupé.

Presión alta porque no tomaron sus medicamentos, ampollas en los pies, dolores de cabeza, mareos y náuseas afectaron ayer a varios peregrinos que acudieron a los puestos del Ministerio de Salud en busca de alivio.

Los desvíos establecidos por el MOPC son Pirayú, pasando por Azcurra, para el ingreso a Caacupé; y para la salida, el camino establecido es por Cabañas.