En el libro de cocina árabe más antiguo del mundo ya daban tips para sentirse bien después de excesos con el alcohol. Te contamos en esta nota.
El 30 de septiembre fue el Día del Traductor, ese personaje a un tiempo fundamental y olvidado que hace posibles tantas de nuestras lecturas. Orgulloso de llegar a destiempo a todas las efemérides, ofrezco hoy, con un mes y pico de retraso, mi pequeño homenaje a los buenos discípulos de Jerónimo de Estridón –en cuya memoria se señala esta fecha–, que vertió al latín la Biblia y nos dio la Vulgata: tres traducciones al español de pasajes latinos de Séneca, Plinio y Cicerón sobre este antiguo arte.
Sin Serbia, sin la zona en la que se asentaron en la Antigüedad las provincias imperiales de la Moesia Superior y la Panonia Inferior, y en la que nacieron dieciocho emperadores, no sería posible relatar la historia del ascenso, el esplendor y la caída del Imperio Romano.