Testosterona baja en hombres: señales en el deseo y la energía sexual

La caída de testosterona en hombres puede afectar profundamente la libido, la energía diaria y otras funciones clave como la masa muscular y la fertilidad. Conocé cómo identificar sus síntomas y entender su impacto en la salud sexual y el bienestar general.

Hombre cansado.
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El papel fundamental de la testosterona

A partir de los 30 años, los niveles de testosterona en los hombres tienden a disminuir de manera progresiva y natural, a razón de aproximadamente un 1% cada año, según datos de la Endocrine Society. No obstante, en algunos casos esta reducción es más significativa, lo que puede llevar a un cuadro conocido como hipogonadismo.

Las causas de la testosterona baja pueden ser diversas: envejecimiento, enfermedades crónicas (como diabetes tipo 2 u obesidad), lesiones en los testículos, trastornos del sueño, y ciertos medicamentos.

Además, el estrés crónico y el consumo excesivo de alcohol o drogas también pueden impactar negativamente en la producción hormonal.

Impacto en el deseo y la energía sexual

Una de las consecuencias más notorias de la testosterona baja es la disminución del deseo sexual. Muchos hombres reportan una pérdida de interés en el sexo, lo que puede afectar la autoestima y la calidad de sus relaciones de pareja.

Problemas de erección, imagen ilustrativa.
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Además, puede haber dificultades para conseguir o mantener una erección, aunque la disfunción eréctil suele estar asociada a múltiples factores más allá de los niveles hormonales.

El déficit de testosterona también influye en los niveles de energía. Algunos síntomas habituales incluyen fatiga persistente, falta de motivación y disminución de la concentración, lo que puede afectar el desempeño laboral y las actividades cotidianas.

Incluso, se ha registrado relación entre bajos niveles hormonales y estados de ánimo depresivos.

¿Cuándo consultar a un especialista?

La presencia de estos síntomas de forma persistente justifica una consulta médica. El diagnóstico se realiza mediante análisis sanguíneos para medir el nivel de testosterona total y libre, preferentemente en horario matutino, cuando la producción hormonal alcanza su pico.

Los tratamientos pueden incluir terapias de reemplazo hormonal y cambios en el estilo de vida (mejorar la dieta, practicar ejercicio regularmente, controlar el peso, dormir adecuadamente y reducir el estrés).

Cada caso debe ser evaluado individualmente, ya que el abordaje dependerá de la causa subyacente y el perfil de salud del paciente.

Una mirada integral: salud sexual y bienestar general

La testosterona baja no solo afecta la vida sexual, sino también aspectos físicos y emocionales del bienestar masculino.

La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden ayudar a restablecer la libido, la energía y la calidad de vida.

En un contexto en el que el autocuidado y la salud masculina cobran cada vez mayor relevancia, prestar atención a estos síntomas y buscar apoyo profesional es clave para mantenerse activo y saludable en todas las etapas de la vida.

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