Una erección que dura más de cuatro horas sin estímulo sexual no es una señal de virilidad: puede tratarse de priapismo, una condición médica poco frecuente pero grave que requiere atención inmediata. Aunque muchas veces se pasa por alto por vergüenza o desconocimiento, el priapismo puede causar daños permanentes si no se trata a tiempo.
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Qué es el priapismo y cómo identificarlo
El priapismo es una erección persistente, generalmente dolorosa, que no desaparece tras el orgasmo ni está relacionada con el deseo sexual. Se presenta en dos formas:
- Priapismo isquémico (o de bajo flujo): el más común y peligroso. La sangre queda atrapada en el pene, lo que puede dañar los tejidos si no se drena rápido. Es una emergencia médica.
- Priapismo no isquémico (o de alto flujo): suele estar vinculado a lesiones o traumatismos. No suele doler y no siempre necesita tratamiento urgente, pero sí evaluación médica.
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Causas más frecuentes
- Medicamentos: especialmente fármacos para la disfunción eréctil, antidepresivos y anticoagulantes.
- Drogas y alcohol: el consumo excesivo de sustancias como la cocaína puede ser un desencadenante.
- Condiciones médicas: como la anemia de células falciformes, leucemia o lesiones medulares.
- Golpes o traumatismos en la zona genital o lumbar.
Síntomas a los que hay que prestar atención
- Erección que se mantiene más de cuatro horas.
- Dolor en el pene, especialmente en el cuerpo del miembro.
- Glande blando pero eje rígido (típico del priapismo isquémico).
- Episodios recurrentes de erección involuntaria sin excitación.
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¿Cuándo acudir al médico?
Ante una erección prolongada y dolorosa, no hay que esperar: es vital acudir de inmediato a un servicio de urgencias.
Cuanto más tiempo se tarde, mayor es el riesgo de daño permanente, incluyendo disfunción eréctil irreversible.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza con un examen físico, análisis de sangre y, si es necesario, una ecografía Doppler para evaluar el flujo sanguíneo.
Según el caso, el tratamiento puede incluir:
- Inyecciones locales de medicamentos para contraer los vasos sanguíneos.
- Aspiración de sangre del pene para aliviar la presión.
- Cirugía, si los métodos anteriores no resuelven el problema.
En casos no isquémicos, el tratamiento dependerá del origen del trauma y la evaluación médica.
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¿Se puede prevenir?
Algunas causas no pueden evitarse, pero sí se pueden reducir los riesgos:
- Evitar el uso indebido de medicamentos para la erección.
- Moderar el consumo de alcohol.
- No usar drogas recreativas.
- Consultar con un especialista ante enfermedades hematológicas o antecedentes de priapismo.