Virus del papiloma humano (VPH)
El VPH es la infección de transmisión sexual más común y puede transmitirse a través del sexo oral.
Algunas cepas de alto riesgo, como la 16 y la 18, están asociadas con cáncer orofaríngeo, que afecta garganta, amígdalas y la base de la lengua.
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Herpes simple (HSV)
El HSV se transmite por contacto directo con lesiones herpéticas en los genitales o la boca.
El sexo oral puede propagar tanto el HSV-1 (herpes labial) como el HSV-2 (herpes genital), incluso cuando no hay síntomas visibles.
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
Aunque el sexo oral presenta un riesgo mucho menor de transmisión del VIH en comparación con el sexo anal o vaginal, no es un riesgo nulo.
Cortes, llagas, encías sangrantes o presencia de semen aumentan la probabilidad de contagio.
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Hepatitis A y B
El sexo oral-anal (rimming) puede facilitar la transmisión de hepatitis A y B, ambas enfermedades virales que afectan el hígado.
La hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, mientras que la hepatitis B puede encontrarse en fluidos sexuales.
Medidas efectivas para reducir riesgos
Uso de barreras de protección. El uso de condones para el sexo oral en el pene, y de barreras dentales (dental dams) o diques de látex para sexo oral en vulva o ano, disminuye considerablemente el riesgo de infección.
Evitar prácticas de riesgo. No realices sexo oral si tenés heridas, úlceras o llagas en la boca. Evitá cepillarte los dientes o usar hilo dental justo antes o después, para no irritar las encías.
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Vacunación preventiva. Existen vacunas seguras y eficaces contra el VPH y la hepatitis B. Son una herramienta clave en la prevención de infecciones virales asociadas al sexo oral.
Controles médicos regulares. Hacerse chequeos de salud sexual con frecuencia permite detectar infecciones a tiempo, recibir tratamiento adecuado y prevenir la propagación.
El sexo oral puede ser seguro y placentero si se practica con responsabilidad. Informarte, vacunarte y usar protección son acciones fundamentales para vivir tu sexualidad con libertad y sin poner en riesgo tu salud o la de tu pareja.