Terapia sexual: cuándo conviene ir y qué se hace realmente en una consulta

La terapia sexual es una forma especializada de asesoramiento psicológico diseñada para ayudar a las personas y parejas a abordar y resolver problemas relacionados con el funcionamiento y la satisfacción sexual. A menudo es un tema desconocido o malinterpretado, lo que puede generar dudas o temores a la hora de buscar ayuda.

Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.
Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.Shutterstock

¿Cuándo conviene ir a terapia sexual?

La terapia sexual es recomendable para cualquier persona que experimente dificultades persistentes y angustiosas en sus funciones sexuales, tales como disfunción eréctil, eyaculación precoz, disfunción orgásmica, o vaginismo. Estos problemas, si bien comunes, a menudo requieren la intervención de un especialista para ser superados eficazmente.

Muchos problemas sexuales no existen en el vacío; a menudo están intrínsecamente ligados a dinámicas y conflictos de pareja. La terapia sexual puede proporcionar un espacio seguro para abordar problemas de comunicación, conflicto de intereses sexuales, y desajustes en el deseo.

Además, explorar cuestiones relacionadas con la identidad y orientación sexual también es una razón válida para buscar terapia sexual. Un terapeuta capacitado puede ayudar a las personas a comprender mejor sus sentimientos y vivir de acuerdo con su verdadera identidad.

Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.
Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.

A veces, la falta de información y las expectativas poco realistas pueden obstaculizar la vida sexual. La terapia sexual promueve la educación sexual y mejora la comunicación, equipando a las personas con el conocimiento esencial y las habilidades para entablar un diálogo abierto sobre sus necesidades y deseos.

¿Qué se hace realmente en una consulta?

En la primera consulta, el terapeuta recopilará información relevante para entender el contexto y la naturaleza del problema. Este proceso puede incluir un historial sexual detallado y discusiones sobre las relaciones y la salud general.

Basado en la evaluación, el terapeuta y el cliente trabajarán juntos para establecer objetivos claros y alcanzables. Estos pueden variar desde mejorar la intimidad y la comunicación en la pareja hasta resolver disfunciones específicas.

La terapia sexual puede incluir una variedad de ejercicios diseñados para ser practicados fuera de las sesiones terapéuticas. Estos pueden involucrar ejercicios de comunicación, técnicas de relajación y atención plena, y ejercicios físicos específicos, como entrenamiento muscular del suelo pélvico.

Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.
Consulta con un terapeuta sexual, imagen ilustrativa.

Además, el terapeuta puede ofrecer información educativa sobre la anatomía y la respuesta sexual, junto con herramientas para desafiar y cambiar patrones de pensamiento negativos o poco realistas. Esto refuerza una visión más saludable y positiva sobre la sexualidad.

La terapia sexual generalmente requiere varias sesiones para abordar completamente el problema y monitorear los progresos. El terapeuta ajustará el enfoque según sea necesario para asegurar que se alcancen los objetivos terapéuticos.

Buscar ayuda profesional no solo es un primer paso hacia la solución de problemas incómodos, sino también hacia una vida sexual más satisfactoria y saludable. No importa cuál sea el problema, un terapeuta sexual está capacitado para ofrecer el apoyo y las estrategias necesarias para ayudarte a vivir una vida más plena y segura desde el punto de vista sexual.

Enlance copiado