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Los diputados colorados cartistas que la semana pasada postergaron el tratamiento del pedido de interpelación a la ministra de Salud María Teresa Barán y que ignoraron totalmente una audiencia pública donde se evidenció la crisis que persiste en el sistema de Salud, estarán a prueba de si al menos harán un intento de disimulo del padecimiento de pacientes o directamente asumen su indiferencia.
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El pedido de interpelación ya fue presentado el 5 de marzo último y se hace impostergable su definición mañana, ya que figura para su tratamiento como primer punto en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados. Es el único punto conflictivo en agenda.
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Este mediodía se debe reunir la bancada cartista, que posee 35 diputados, para definir si acompaña o no el pedido de interpelación efectuado a causa de casos lamentables ocurridos, como la muerte del pequeño Osman Eliel, un recién nacido que fue llevado a la entonces recientemente inaugurada -en forma rimbombante- sala de terapia Neonatal del Hospital de Villarrica, pero la cual realmente no estaba operativa, por lo cual se perdió mucho tiempo porque debió ser traído a Asunción.
No es el único caso, el viernes pasado, en el Congreso se realizó una audiencia pública en la que médicos y pacientes evidenciaron la situación de crisis del sistema de salud pública, evento al que no acudió cartista alguno para tomar nota.
Entre otros puntos de interés está la denominada “mafia de las terapias intensivas”, esto en base a la denuncia por la muerte de un menor de 8 años de Presidente Franco mientras era trasladado a un hospital privado de Santa Rita, a unos 80 Km.
Posteriormente han seguido sucediendo muertes por deficiencias en el sector de Salud, y en contrapartida, no se han producido grandes cambios más que la designación de un nuevo director de atención Integral a la Salud (Saúl Recalde) y la conformación de un “Equipo Nacional para la Intervención y Mejoramiento Integral del Sistema de Salud”.
