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- ¿Cree que es serio el anuncio del Presidente de luchar contra la corrupción?
- Si es serio lo que dice, si quiere combatir la corrupción, que me llame el Presidente. No creo que haya otra organización más idónea en el país para ayudarle que nosotros, si tiene la voluntad de hacerlo. Hace más de 10 años estoy enfocada en este tema de la impunidad. Acá no podemos hablar de que ellos van a luchar contra la corrupción cuando no tienen ninguna política institucional que nos haga pensar de que realmente va a terminar la impunidad.
- Señales claras...
- Claro, señales claras e inmediatas si tiene carácter; de otro modo la gente toma en sorna lo que dice. Por ejemplo, quiero ver si se anima a desmantelar ese puesto de peajeros uniformados que tiene el MOPC frente a la Universidad Nacional por el cual la gente ya le bautizó “Policía Coiminera”. ¿Qué hace un puesto de la Caminera en medio de la ciudad, extorsionando a ciudadanos indefensos con pingues ganancias para sus bolsillos?
- Una especie de “Checkpoint Charlie” entre Berlín Oriental y Berlín Occidental (el último puesto fronterizo de la capital alemana en la época de la Guerra Fría)...
- Si, porque uno no sabe qué le depara cruzar esa barrera. Un automovilista al que le dio positivo el alcotest la semana pasada se fue a hacerse análisis en una clínica privada para demostrar que no toma alcohol desde hace 10 años.
- No se les mueve un pelo...
- Ese tipo de ejemplos no le indigna a nadie. Pasa como algo normal. Quiere decir que si el propio Ejecutivo no actúa, qué podemos esperar. Quiero ver si se anima a desmantelar otros puestos de recaudación donde aprietan con uniforme en nombre del Estado a los ciudadanos comunes. Ni hablemos de los “zorros” (policías de tránsito) de la ciudad que andan como motochorros detrás de los automovilistas para pedir coima. Hasta en los trámites más simples, en la Policía, en los puestos de salud, en la Municipalidad, hay que aceitar al funcionario. Si el Presidente habla en serio, ojalá se anime a entrar en la Policía Nacional también. Cuadras enteras, los barrios están en manos de “chespis”. No vemos patrulleras, las motos “Lince” que prometieron. Ni siquiera un sistema de control y monitoreo digital o informático vemos que esté vigente. La impunidad es la norma. ¿Por
- ¿Por qué no prohíbe que los funcionarios toquen dinero?
- La penalización es otro problema. No se castiga al corrupto. El Presidente pide “acción colectiva de todos los estamentos”... Por eso hablamos de que la corrupción es institucional. La Fiscalía tiene el rol fundamental de investigar la corrupción: de imputar, de acusar y de llevar a juicio oral y público los casos; el Poder Judicial, los jueces, de condenar. La pregunta es: ¿Cómo se puede combatir la corrupción con 14 fiscales anticorrupción sin infraestructura, sin tecnología, sin recursos humanos, sin un solo perito, porque un solo perito no tienen los 14 fiscales que tienen que investigar toda la corruptela del país. Tampoco el Poder Judicial tiene jueces para juzgar. Tiene dos jueces penales de garantías en delitos económicos y anticorrupción y tiene un tribunal de sentencia y un tribunal de apelación. Ese es todo el equipo que existe en Paraguay para mandar a la cárcel a los corruptos.
- ¿Pura declamación?
- ¿Dónde está el proyecto conjunto entre el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial para luchar contra la corrupción? Hace poco se reunieron los titulares de los tres poderes pero solo fue para la foto. Los ciudadanos queremos ver a las autoridades diciendo: “Acá se va a investigar”, ”acá se va a imputar”, “acá se va a acusar”, “se va a condenar”, etc. Eso no existe. No veo eso en un proyecto conjunto. En este país se roba en todos los estamentos y nadie se va preso. Quiero verle a Santi Peña decir: “Voy a involucrar a la sociedad civil en un plan estratégico para barrer con los corruptos”.
- No existe...
- No. Apenas comenzó Peña a gobernar en agosto y llamativamente ya desarmó la Secretaría Anticorrupción. Supongo que la orden habrá sido que desaparezca esa institución porque podría comprometer a alguien de su entorno. Pero si tiene intenciones serias, ¿por qué no entrega la Secretaría Anticorrupción a la ciudadanía?
- ¿Cómo sería?
- Que haga lo que hicieron en Honduras o en Guatemala: Que sea la ciudadanía la que elija a los responsables y que esta elabore la agenda de combate a la corrupción...
- ¿Sin control oficial?
- Por supuesto. Debe tener autonomía propia...
- Acá se transfirió a la Contraloría (General de la República)
- El Ejecutivo tiró en las espaldas de la Contraloría que no tiene absolutamente ninguna posibilidad de prevenir la corrupción. Con la Secretaría se podía al menos prevenir..
- El Presidente dice que va a ser implacable no solo con los delincuentes de afuera sino con los de adentro. Así habló el viernes en presencia del ministro brasileño de Justicia..
- Cuando dice eso me viene a la mente Bachi Núñez (senador cartista). ¿Cómo puede ser líder de bancada un hombre tan cuestionado como él? Luchar contra la corrupción significa no solamente ser sino parecer, como la mujer del César. Quisiera ver si cumple con eso de que va a ser implacable con los corruptos. La realidad es que el Paraguay sigue figurando como el segundo país más corrupto de Sudamérica. Solo está por encima Venezuela. En las mediciones, Paraguay figura como segundo país más corrupto pero también en la medición de impunidad ocupamos el segundo lugar también. Entonces, hay un problema grave aquí: Corrupción e impunidad se suman al flagelo del crimen organizado...
- “Insight Crime” afirma que del contrabando que combate Brasil vive el Paraguay...
- Sí, es la tradicional combinación de precios, corrupción de funcionarios, impunidad generalizada en la frontera especialmente con Brasil. Es un contrabando que beneficia a unos cuantos privilegiados. ¿Está Santi en condiciones de controlar el contrabando, y especialmente el contrabando de cigarrillos? Son las dudas legítimas que tenemos como sociedad. Queremos ver acciones directas que demuestren que gobierna a favor del pueblo y no a favor de un grupo de intereses.
- Justo se asocia a esto el autoaumento de salarios de los parlamentarios. Dicen que es un escudo contra la corrupción...
- (se ríe) Es ridículo. Ganan sueldos de primer mundo. Gozan de muchísimos privilegios. A medida que ganan poder buscan agrandar la brecha que hay con la ciudadanía que debe soportar la falta de empleo, de salud, de educación, de seguridad. Ellos tienen policías que les custodian, camionetas de última generación, combustible. Emplean a sus parientes, amantes, amigos. Son unos privilegiados absolutos. En la pandemia eran los únicos que tenía el salario asegurado. No se puede pretender levantar casi el 20% de incremento salarial o dieta a personas que tienen una calidad de vida distinta al pueblo. Yo creo que Santi Peña tiene todavía la posibilidad de rever esta situación. El pueblo tiene paciencia pero la indignación le puede levantar. De hecho, si tomamos la temperatura de muchas organizaciones sociales, todos rechazan el aumento y la gente está dispuesta a salir a la calle a protestar. El paraguayo es muy tranquilo pero cuando sale, sale con todo.
- Ese tema de los títulos universitarios es toda una cultura que proviene del stronismo cuando los recomendados no necesitaban estudiar para conseguir sus diplomas...
- Ahora pasa lo mismo. Hoy proliferan las universidades de garage. Muchos propietarios son los propios legisladores. A partir de ahí se generó esa industria de títulos con personas que ni siquiera cursaron...
- ¿Caso el senador cartista Hernán Rivas?
- Claro, qué pasó con el caso Rivas (miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados con permiso). Desde la primera vez que apareció ya nos dimos cuenta que él no podía haber sido abogado. Se hizo la denuncia y nadie investigó. La realidad es que tenemos varias universidades que están habilitadas pero que realmente deberían estar cerradas, porque son las que venden diplomas y títulos. Hasta se habla que desde esas universidades se está lavando dinero. El desafío es grande. Santiago Peña tiene que demostrar que todos vamos a estar mejor y no solo su grupo, algunos muy cuestionados como (el ministro de la Vivienda, Juan Carlos) Baruja, (el ministro de Justicia, Angel Ramón) Barchini, un hombre opaco, sin cerebro al frente de un Ministerio tan importante y tan sensible para la ciudadanía. Hay perfiles que pone a su lado que no convencen, probablemente porque no fueron de su elección. Ahora le dieron en el Congreso un cheque en blanco de 600 millones de dólares...
- En el imaginario de que vamos a hacer borrón y cuenta nueva a partir de ahora, ¿qué tiene que hacer el Presidente?
- En primer lugar, que demuestre que es capaz de desmantelar esos puestos utilizados alevosamente por los uniformados para robar al ciudadano común, puestos de coima instalados a la vista del pueblo, una asociación ilícita para delinquir disfrazada de Estado. En segundo lugar, que entre a limpiar la Policía si se anima...
- Usted dice que le puede ayudar...
- Y si el Presidente quiere combatir realmente la corrupción, que me llame. Estamos controlando 86 expedientes de corrupción pública. Tenemos un sistema de monitoreo. Es un trabajo grandioso en la lucha contra la impunidad y la corrupción. Lo más importante es que lo estamos haciendo a puro pulmón, por pura pasión y por patriotismo. El éxito que tenemos es porque todavía hay muchos ciudadanos de bien en nuestro país. Es impresionante cómo nos ayudan a perfeccionar nuestro trabajo. Santi Peña habla de trabajar con la sociedad civil. Bueno, espero que me llame, así le voy a contar la parte de la historia que él no conoce o no le quieren hacer conocer. Hace un mes comenzamos otro desafío, que es controlar denuncias de corrupción sin imputación en el Ministerio Público. Somos la única organización que tiene no solo el monitoreo sino que también presentamos notas para impulsar expedientes de corrupción.
- ¿Qué consiguieron?
- Gracias a ese control y monitoreo tenemos en la cárcel a dos ex ministros de Agricultura: Enzo Cardozo, Rodi Adán Godoy, a un ex contralor general de la República, Rubén Velázquez. Le tenemos con condena a Miguel Cuevas, un ex diputado (colorado de Fuerza Republicana), cinco años. Le puedo citar muchísimas personas que jamás hubiesen llegado a la etapa de juicio oral si no era por nuestra acción. Está el caso del hermano de Bachi (Oscar Núñez). El 13 de junio se leerán los alegatos finales. La pena puede llegar a 15 años. Si no hubiese sido por nuestra organización jamás, se hubiera llegado a esta etapa de juicio oral. Nunca en este país existió una organización que se meta en el Poder Judicial y que obligue a transparentar los expedientes de corrupción pública. Le obligamos a la Corte a poner en su plataforma digital una página donde se transparenten los expedientes de corrupción. Hoy hay más de 120. Cualquier ciudadano desde su celular puede ver en qué estado están los expedientes, por ejemplo, de Oscar Venancio Núñez, o de Ulises Quintana (ex diputado cartista), etcétera, cosa que antes ni sabíamos donde estaban. Hace 10 años que abrazo esta lucha. Hace cuatro años que trabajamos a full con la sociedad civil. Somos Anticorrupción Paraguay. Recorremos el país con nuestro móvil Corruptour. Llevamos los rostros de todos los procesados por corrupción y exhibimos eso. El viernes hicimos frente a la Fiscalía, el mes pasado hicimos frente al Poder Judicial. Honestamente, por eso le digo, si quiere combatir la corrupción, que me llame Santi.