El diario de Ana Frank: el libre pensamiento de una niña en cautiverio

Durante la Segunda Guerra Mundial, Ana Frank y su familia se escondieron de los nazis a causa de su origen judío. En el encierro, esta niña escribió sus pensamientos en un diario. Después de tantos años, las frases de su obra aún siguen vigentes.

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-“Yo sé lo que quiero; tengo un objetivo, una opinión, una religión y amor. Déjame ser yo misma. Sé que soy una mujer, una mujer con fuerza interior y un montón de coraje”.

-“Sal fuera, a los prados, a la naturaleza y al sol. Sal fuera y trata de reencontrar la felicidad en ti misma: piensa en todas las cosas bellas que hay dentro de ti y a tu alrededor, y sé feliz”.

-“No se nos permite tener nuestra propia opinión. La gente quiere que mantengamos la boca cerrada, pero eso no te impide contar con tu propia opinión. Todo el mundo debe poder decir lo que piensa”.

-“No quiero haber vivido en vano como la mayoría de la gente. Quiero ser útil o llevar alegría a otras personas, incluso a las que nunca conocí. Quiero seguir viviendo incluso después de mi muerte”.

-“El que es feliz hace feliz a los demás; el que tiene valor y fe nunca estará sumido en la desgracia”.

-“No puedo imaginar cómo alguien puede decir ‘soy débil’ y seguir siéndolo. Después de todo, si lo sabes, ¿por qué no luchas contra ello? ¿Por qué no entrenas el carácter? La respuesta: porque es mucho más sencillo no hacerlo”.

-“La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo da satisfacción”.

-“Hay una sola regla que necesitas recordar: ríete de todo y olvídate de todos. Suena egoísta, pero de hecho es la única cura para los que sufren de autocompasión”.

-“Desde que la vida empezó, la regla se estableció: ¡Nuestras faltas ignoramos, las del prójimo aumentamos!”

-“No pienso en la miseria, sino en la belleza que aún permanece”.

Recopilación de Viviana Cáceres (18 años)

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