El pañuelo y la ética

El pañuelo rojo en el cuello tiene mucho peso y está por encima del Código de Ética del Partido Colorado. Al menos es la deducción a la que llegamos luego de ver a varios denunciados por corrupción en la lista sábana de candidatos del grupo político.

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El caso más reciente es el del exsenador Óscar González Daher, que desde el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados podía torcer la decisión de la justicia a favor de sus amigos y correligionarios, según revelaron audios de conversaciones telefónicas filtrados a fines del año pasado. Fue despojado de su investidura parlamentaria tras el escándalo, pero el Tribunal de Conducta del partido se quedó sordo, ciego y mudo.

Un Código de Ética establece las normas de comportamientos de las personas dentro de una organización social, laboral, etc, y sirve de orientación respecto de valores como la honestidad, el respeto, la libertad, la justicia, la verdad y otros principios, según las explicaciones que podemos encontrar en libros sobre ética y moral.

Cualquier tipo de organización social lo tiene. Existen algunos códigos tácitos que cumplen a rajatabla los ciudadanos, porque si no lo hacen son sometidos al escarnio público. Algunos de esos códigos tácitos se relacionan al uso de vestimenta apropiada para acudir a un banco, a la iglesia o fiestas sociales, etc. A nadie se le ocurriría ir a una institución bancaria en traje de baño, ir a un funeral vistiendo ropa de fiesta, por ejemplo. En casos más extremos podríamos mencionar el hecho de usar un espacio público para hacer las necesidades fisiológicas o exhibir las partes íntimas. En otro caso están las leyes que penalizan el tráfico de influencia, nepotismo, la apropiación indebida de objetos, enriquecimiento ilícito, entre otros.

El Partido Colorado posee desde 1996 un Código de Ética que habla de “preservar la acción honesta, la disciplina y generación de modelo de sistema ético, moral de principios”. Pero es letra muerta. De ser aplicado González Daher, echado del Senado, no seguiría incólume en la lista sábana de candidatos al Senado (periodo 2018-2023).

Quizás no se lo hayan aplicado a él ni a otros procesados por casos de corrupción porque el mismo código les garantiza impunidad al hablar también “de la protección integral de sus afiliados... ante cualquier circunstancia”.

De otra manera no se explica por qué siguen tan campantes en los primeros lugares de las listas sábanas los colorados González Daher, Juan Darío Monges, Víctor Bogado, Juan Carlos Galaverna, Óscar Núñez, Bachi Núñez y otros tantos en el Partido Liberal, que usaron sus cargos políticos para corromper inclusive a la justicia.

Siempre hay una palabra, una frase, una coma, que da blindaje corporativo a los denunciados por corrupción.

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