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Mientras estos temas cruciales siguen sin ser abordados, el gobierno insiste en destacar un supuesto avance del 70 al 80% en términos técnicos. No obstante, esta cifra no refleja los aspectos esenciales que deben resolverse para asegurar un acuerdo beneficioso para Paraguay.
Un debate reducido
El debate sobre Itaipú se ha limitado a cuestiones tarifarias y a la disponibilidad de fondos, dejando fuera una discusión más amplia sobre el rol estratégico de la energía para el desarrollo nacional.
Históricamente, la relación con Brasil en Itaipú ha sido asimétrica, con la mayor parte de la energía generada siendo utilizada por el país vecino.
Paraguay está alcanzando su tope energético y, en el corto plazo, necesitará generar más energía para responder a sus necesidades de desarrollo. Sin embargo, este aspecto no ha sido una prioridad en la agenda de renegociación.
Otro tema fundamental es la auditoría de la deuda de Itaipú y el debate sobre la posibilidad de adquirir nuevas deudas a través de la binacional. A diciembre de 2024, la deuda pública de Paraguay representó el 40,7% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que hace imprescindible evaluar con transparencia cualquier nuevo compromiso financiero.
Más allá de su valor energético y financiero, Itaipú es un territorio con una riqueza natural significativa y cumple una función clave como zona limítrofe con Brasil.
El manejo de este territorio clave debe considerar no solo las necesidades energéticas del país, sino también la preservación de sus reservas naturales, el impacto ambiental y su potencial estratégico en términos geopolíticos.
No se trata solo de revisar un Anexo del Tratado, sino de definir una visión de futuro para el territorio y los recursos que allí se encuentran. La falta de claridad sobre estos temas deja aún más dudas sobre el futuro de la negociación y la toma de decisiones.
Un proceso hermético sin avances en los temas clave
Además del limitado enfoque de la renegociación, otro problema es el secretismo con el que se está llevando a cabo. No se han publicado documentos oficiales que detallen el estado real de las conversaciones, ni se ha abierto un espacio de debate público sobre los objetivos estratégicos del país en esta negociación clave.
El Ministro de Industria y Comercio y consejero de Itaipú, ha mencionado que las negociaciones han avanzado entre un 70 y 80% en términos técnicos. Sin embargo, este porcentaje no incluye los temas fundamentales que Paraguay debe abordar.
Aspectos cruciales como la libre disponibilidad de la energía, la deuda histórica de Itaipú y la estructura tarifaria aún no han sido discutidos en profundidad, lo que deja nuevamente en la opacidad decisiones clave para el futuro del país.
El presidente de la República, ha reiterado que la prioridad es lograr un buen acuerdo, aunque esto tome más tiempo. No obstante, el prolongado silencio y la falta de información detallada han generado críticas en distintos sectores políticos y sociales, que advierten sobre el riesgo de que Paraguay termine aceptando condiciones desfavorables.
Una oportunidad histórica desperdiciada
La revisión del Anexo C de Itaipú debería ser una oportunidad histórica para Paraguay. Sin embargo, la falta de transparencia, la ausencia de una estrategia clara y la limitada visión del proceso están dejando fuera los temas centrales, desperdiciando una ocasión única para asegurar el desarrollo energético y económico del país.
Si no se redefine la agenda y se priorizan los temas estratégicos, Paraguay corre el riesgo de aceptar nuevamente un acuerdo que perpetúe una relación desigual con Brasil. La ciudadanía debe mantenerse atenta y exigir una negociación que garantice un futuro soberano y beneficioso para toda la nación.
*Doctora en Educación y Sociedad por la Universidad de Barcelona, docente e investigadora, miembro de la Campaña ciudadana “Itaipú Ñane Mba’e” / @itaipunanembae