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En medio de este conflicto están los uniformados, totalmente seducidos por el dinero de los narcos, y vistos por la población más bien como una especie de socios de estas bandas, totalmente imposibilitados de actuar. Los jefes enviados desde Asunción hasta ahora no pudieron hacer gran cosa para cambiar esta historia.
Y al parecer el Estado va a seguir perdiendo la guerra. El pasado 20 de abril desembarcó en el departamento de Canindeyú un contingente de militares para establecer la Sub-Área de Pacificación (SAP) de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en la comunidad de Brítez Cue del distrito de Yby Pytã, para combatir a los sangrientos grupos narcos.
Claramente, tras una serie de ejecuciones y ataques entre bandas, el Gobierno reconoció que su Policía ya fue derrotada hace tiempo. Envió a los militares para encargarse, quienes, antes de conseguir logros importante en su misión, ya fueron golpeados y hasta humillados por los narcos. Atacaron el vetusto helicóptero que opera en la zona, con dos oficiales heridos, y ninguna baja del “enemigo”. Además, en circunstancias por demás sospechosas.
La situación de Canindeyú en manos de los narcos es preocupante, sin lugar a dudas. Pero, indudablemente, las gavillas no son el problema central, como sí lo es LA CORRUPCIÓN que permea sus instituciones de seguridad.
El comandante en jefe de las FF.AA., el ministro del Interior y la comandancia de la Policía deben dar la orden y un plazo perentorio para liberar a Canindeyú y devolverle la paz y la tranquilidad que siempre lo caracterizaron para que la laboriosidad de su gente vuelva a sobresalir por encima de la barbarie instalada desde hace un buen tiempo en la región.
La actuación a medias no será suficiente, porque además estas gavillas están fuertemente asociadas a los grupos regionales como el PCC y el Comando Vermelho, quienes no dudarán en apoyar a sus terratenientes en una eventual guerra a mayor escala. Más vale que el Estado paraguayo tome el control “por lo sano” y termine con lo que hoy es prácticamente una zona liberada.