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Pero no todo se trata de problemas con la naturaleza, ya que la “corrupción” galopante de sus autoridades en el mal uso del dinero público, evita que se puedan realizar obras sociales de vital importancia y que pudieran dar una mejor calidad de vida a los habitantes del lugar.
Durante estos 30 años de periodo democrático, pasaron por la gobernación del Alto Paraguay, una gran cantidad de autoridades, ya sean gobernadores o concejales departamentales, lastimosamente la mayoría de ellos fueron sindicados por hechos de corrupción, al menos así lo demuestra sus antecedentes judiciales. Es más, algunos inclusive fueron condenados al no poder justificar el uso honesto del erario público, en esta situación también se incluyen a intendentes y ediles municipales.
Millonarias sumas de dinero, que debían servir para reparar los caminos o invertir en la salud, fueron a parar en sus bolsillos, algo similar sucede de nuevo en la gobernación, con la administración del exgobernador José Domingo Adorno.
Se pagaron sumas millonarias, por la reparación de vehículos en desuso; se compraron lotes de cubiertas, sin embargo, no se cuenta con maquinarias, ya que la gran mayoría están en el cementerio de chatarras o, peor aún, cuando estas aún servían se realizaron reparaciones de caminos en varios distritos, pero se facturaron dichos trabajos a nombre de empresas fantasmas, creadas para el solo efecto de recaudar.
Aun así y a pesar de estas evidencias, existen concejales que con su ausencia a la sesión ordinaria, logran salvar al exjefe departamental, ya que la ejecución presupuestaria queda aprobada por sanción ficta. A lo lejos se demuestra, que algo sucedió para que estos ediles falten a la reunión.
Así la situación, mientras no funcione la justicia, para castigar a los corruptos, y el pueblo del Alto Paraguay no logre despertarse de este largo letargo, el departamento chaqueño seguirá “marcado por la corrupción”.