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Según un estudio a nivel mundial, el mercado de plaguicidas mueve 55 billones de dólares al año, de los cuales el 15% corresponde al comercio ilegal de estos productos, resalta Liz Rojas, directora de la Cámara de Fitosanitarios y Fertilizantes, durante la charla sobre la problemática en el stand del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en la Expo.
El uso de plaguicidas, ya sean falsificados o de contrabando, pueden causar daños en la salud ya sea al entrar en contacto con los químicos, por la aplicación en los cultivos, también en el medioambiente y en la economía, tanto del productor como del país, alerta.
Si bien no existe una cifra o una estimación de uso de plaguicidas ilegales, afirma que si es frecuente, por lo que la Cámara se encuentra trabajando con las autoridades nacionales para incrementar la lucha contra este flagelo.
A su criterio, el comercio ilegal de plaguicidas es exitoso a causa de la combinación de varios factores, como la dificultad de detectarlos como ilegales una vez que ingresan al país, el desconocimiento por parte de las autoridades de las consecuencias del uso de estos químicos comercializados sin control sanitario. También el hecho de que los propios productores no están informados sobre los problemas que les pueden generar.
“La comunicación es el problema. Es importante apoyarnos entre todos, crear conciencia y alertar sobre el impacto que puede generar en salud, al medioambiente y a la economía”.
Sostiene que identificar un plaguicida de dudoso origen es sencillo, ya que puede tener datos en otro idioma impresos, una etiqueta mal adherida, tapas mal cerradas o de color diferente al producto original.
Algo importante a tener cuidado a la hora de comprar es el hecho de que estén siendo ofertados, ya que podrían tratarse de falsificaciones o contrabando, por ello es importante observar detenidamente el embase.