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Las obras públicas en la ciudad no son de buena calidad y ni siquiera se ejecutan de acuerdo al proyecto aprobado. Siempre les aplican adendas para modificar los proyectos y aumentar los montos.
Justamente una de esas obras es el Parque Solidaridad, construido por encargo del MOPC hace cinco años con una inversión de G. 4.527 millones, de los cuales G. 3.400 millones fueron financiados con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El proyecto contemplaba la construcción de baños públicos sexados, pero durante la ejecución de la obra no se equipó porque “se puede hacer posteriormente con otro mejor diseño y presupuesto”, según los documentos que obran en la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
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Una pequeña construcción en un rincón del parque -que aparentemente debía ser el área de sanitarios- se utiliza como vertedero de basura y letrina. El mal aspecto y el olor pestilente solo ahuyentan a los turistas nacionales y extranjeros. Pescadores, estudiantes y parejas ocasionales buscando intimidad son quienes más deambulan en el área.
Los camineros hechos con baldosones están rotos. En varios sectores se nota que hace poco fueron reemplazados, pero igualmente las nuevas piezas ya están resquebrajadas. Las personas que hicieron el trabajo ni siquiera retiraron los escombros de los sitios. Los pisos se rompen a causa de la inconsciencia de los visitantes ocasionales, quienes ingresan con vehículos de todo tipo a los sitios prohibidos. Un guardia militar comentó que durante el último concierto desarrollado en el sitio se rompieron más pisos.
Un sereno del MOPC se encarga de regar las pocas plantas que están en la entrada principal. Trabaja solo de 7:00 a 15:00. A partir de esa hora, nadie se encarga de cuidar el parque. Un militar armado y con uniforme hace guardia en la entrada.
Los únicos que se salvaron hasta ahora de los rateros y vándalos son los bebederos colocados en varios sectores.
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La vista del río Paraguay desde el parque resulta bastante deslucida, a causa del poco cuidado y la pudredumbre del arroyo Jaén, cuya recuperación también financió el crédito del BID.
La obra incluyó su limpieza y la construcción de un muro. En la zona de la desembocadura del citado cauce hídrico, la contratista ASI (integrada por las españolas Acciona-BTD Proyectos), del MOPC, está por iniciar el dragado del río para el rellenado hidráulico de la futura planta de tratamiento de aguas residuales, cuyo contrato de US$ 26 millones incluye el cambio e instalación de 54 kilómetros de red cloacal.
Al parecer, el plan del Gobierno de turno es gastar e invertir recursos públicos en obras para luego dejarlas abandonadas a su suerte.
La empresa privada ABH SA y la arquitecta Luci Porro fueron beneficiadas en diciembre de 2010 por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) con la construcción del parque. En marzo de 2011 comenzaron los trabajos en el predio de seis hectáreas, en la zona de Varadero. Su financiación provino de un crédito otorgado al país por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El contrato alcanzaba la suma de G. 3.405 millones e incluía la construcción de puestos de comidas y baños, que al final se suprimieron porque “se podían ejecutar posteriormente con otro mejor diseño y presupuesto”. Finalmente, tuvo un reajuste de G. 1.112 millones.
La obra concluyó en 2013 con un retraso de dos años y por un monto total de G. 4.527 millones, pese a la supresión de varios ítems y la reducción de la dimensión del puente sobre el arroyo Jaén. Se infló el precio por la inclusión de registro cloacal y muralla perimetral con el cuartel militar.