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Algo similar ocurrió con Juan Marcelo Palmieri, quien luego de la corrida de Nike el pasado 27 de octubre quedó internado junto con otros seis corredores, con la diferencia de que fue él quien sufrió las consecuencias más serias, dado que casi perdió el riñón.
Afortunadamente, hoy está a salvo y comentó a radio Canal 100 que la mayoría se siente capaz de correr estos maratones, pero es preciso estar preparados tanto física como mentalmente y aceptar cuando el cuerpo ya no aguanta.
“En aquella ocasión, yo me sentía un poco cansado, pero me faltaban 200 metros y decidí continuar; pero jamás pensé que me iba a pasar esto”, confesó Palmieri.
Añadió que “muchos piensan que pueden correr porque están bien físicamente, pero en realidad eso no es suficiente, y es necesario ser más prudentes en este tipo de actividades”, sugirió.
Indicó que el cuerpo da señales de agotamiento y avisa sobre sus últimas reservas de energía cuando ya no soporta; pero el problema es que la gente hace caso omiso a estas señales. “La diferencia entre la vida y la muerte puede estar entre seguir o detenerse”, puntualizó Palmieri.
Finalmente, recomendó evitar los horarios en que los rayos del sol alumbran con alta intensidad y buscar hidratarse permanentemente, dado que el organismo debe reponer los electrolitos que pierde al sudar.