El país experimentó hasta 2013 una “ expansión en el grado de cobertura de servicios básicos, como la salud o la educación ” , pese a que se presentan “ desigualdades para su acceso ” , según explicó María Ana Lugo, economista del Banco Mundial responsable del informe sobre la inequidad en Paraguay.
El estudio cita como ejemplo el acceso a los seguros de salud, que cubren a aproximadamente un 24 % de la población, un porcentaje que baja hasta el 3% en el caso de los pobres extremos.
Con respecto al acceso al agua, cubre al 86 % de la población urbana, y al 66 % de la población rural, pero su “ fiabilidad y calidad son deficientes ” , según el documento.
Además, menos del 10 % de la población paraguaya tiene acceso al alcantarillado sanitario, y ningún sistema realiza el tratamiento adecuado de las aguas residuales.
Lugo identificó los tres factores básicos para las desigualdades en el acceso a servicios sobre los que los individuos no pueden influir: su lugar de nacimiento, la lengua hablada en el hogar y el género con el que nacen.
“ El hecho de que la persona nazca en una zona rural o urbana, que en su hogar se hable sólo guaraní o también castellano, y que sea hombre o mujer, condiciona sus posibilidades para acceder a los recursos ” , afirmó.
Sobre la desigualdad de género, la economista subrayó que las dificultades para la conciliación entre los cuidados familiares y la inserción laboral favorecen que las mujeres opten por ocupaciones informales, lo que aumenta su vulnerabilidad económica.
En este sentido, el informe resalta la necesidad de “ fortalecer sistemas que apoyan la inclusión laboral de las mujeres ” , como el acceso a guarderías y capacitación profesional.
Además, recomienda mejorar las condiciones de trabajo en los sectores dominados por mujeres, como el servicio doméstico, mediante un salario mínimo y pagos de seguridad social para pensiones y seguro de salud.
Paraguay es uno de los países más desiguales de la región, según el coeficiente de Gini, que mide la equidad en la distribución de la riqueza en un Estado.
El país obtuvo en 2014 un coeficiente Gini de 0,51, en una escala donde 0 es la distribución equitativa perfecta de los ingresos del país, y 1 la inequidad en términos absolutos.