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La espera mínima para los pasajeros del transporte público es de 20 minutos; sin embargo, la máxima supera los 60 minutos y esto ya se volvió habitual, al menos en zona de la ruta Transchaco, donde las paradas de buses están abarrotadas todo el tiempo, sin importar que llueva, haya sol o haga frío.
Pasajeros que deben llegar al trabajo, al estudio u otro destino pasan “las de Caín” cada inicio de jornada, esperando bajo el sol, lluvia o frío durante más de una hora.
Una mujer comentó que llega hasta la mencionada zona desde Emboscada, donde la escasez de buses es aun peor, ya que una sola línea opera pero no saca los buses, por lo que deben esperar hasta dos horas o incluso más.
“La Línea 2 no hay prácticamente, hace muchísimo tiempo que espero, después tenemos que ir colgados en la estribera. El servicio es pésimo”, reclamó una pasajera.
Un hombre mayor manifestó su decepción total ante la regulada de buses. “Los empresarios hacen lo que quieren”, expresó.
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“La Línea 36 que va a Identificaciones hay poco, esperamos demasiado y hay días que ni siquiera aparece, lo que hace que tenga que pagar dos pasajes porque no alcanza pasar usar plataforma todo el tiempo”, explicó otro de los tantos afectados.
Paro de buses, el próximo martes
Con respecto al anunciado paro de buses para el próximo martes 11 de junio, los pasajeros aseguran que es por culpa del Gobierno, que se deja chantajear por los empresarios.
“Es muy fácil para el Viceministerio de Transporte cancelarles el itinerario a estos empresarios y que sea estatal el servicio, porque este es un transporte privado, no público como dicen”, analizó.
Falta de buses, mal servicio y buses chatarras son las tres principales quejas que presentan pasajeros que deben lidiar con el problema todos los días.
Para este jueves se espera una nueva reunión con el fin de levantar el paro. Es la séptima de los empresarios con el Viceministerio de Transporte sobre la medida de fuerza anunciada por los transportistas.