El 5 de julio de 2016 Alton Sterling, de 37 años, fue asesinado a tiros en Baton Rouge, Luisiana, en un altercado con los agentes de policía Blane Salamoni y Howie Lake, fuera de una tienda donde había estado vendiendo discos compactos. Los disparos a Sterling, captados en un video filmado con un teléfono celular, fueron parte de una serie de asesinatos policiales de hombres negros que desencadenaron protestas encabezadas por el movimiento “Black Lives Matter”.
El fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, dijo en una conferencia de prensa el martes que, tras una investigación, se había decidido que no se tomarían medidas legales contra Lake y Salamoni. “Nuestra investigación ha concluido que los oficiales Lake y Salamoni intentaron hacer un arresto legal”, dijo Landry, y agregó que la decisión de no presentar cargos “no fue tomada a la ligera”.
Aseguró que Sterling estaba armado, bajo la influencia de drogas ilegales y que se había resistido al arresto. “Durante todo el encuentro, los oficiales intentaron varias técnicas no letales para obtener el cumplimiento y el control de las manos del Sr. Sterling”, dijo. El fiscal añadió además que “la preocupación por parte de los oficiales de que estaba armado y era peligroso fue posteriormente verificado y correcto”.
Según el informe del Departamento de Justicia de Luisiana sobre el tiroteo, una pistola calibre 38 cargada fue hallada en el bolsillo delantero derecho de los pantalones de Sterling. Su tía, Sandra Sterling, condenó la decisión de la fiscalía. “Devuelven a un asesino a las calles”, dijo. Hace casi un año, el Departamento de Justicia también se negó a presentar cargos contra los oficiales por la muerte de Sterling.
Durante una investigación de 10 meses, agentes y fiscales del FBI revisaron imágenes del incidente capturado por cámaras corporales, teléfonos celulares y cámaras de vigilancia de la tienda, así como testimonios y otras pruebas.
El Departamento de Justicia dijo que no encontró evidencia suficiente “para respaldar los cargos penales federales” contra cualquiera de los oficiales. Según los investigadores, Salamoni le disparó a Sterling tres veces en el pecho y luego en la espalda, en un encuentro que duró menos de 90 segundos.
La muerte se produjo en medio de una serie de tiroteos a hombres afroamericanos por parte de agentes de policía que causaron conmociones en todo el país, alimentando protestas masivas y un feroz debate sobre la raza y la justicia penal.