“Ningún país está libre de este tipo de movimientos ciudadanos que se movilizan para pedir más”, declaró Jim Yong Kim, quien asumió como jefe de la institución hace un año.
Brasil registró masivas manifestaciones en varias ciudades, unas semanas después de una eclosión de protestas populares en Estambul.
“Esto muestra que el poder de la sociedad civil y el poder de los ciudadanos de levantarse, como no se había visto hasta ahora”, expresó Kim.
“Lo vimos en la Primavera Árabe y lo estamos viendo en Turquía, incluso en lugares donde los gobiernos lo han hecho bien a la hora de tomar en cuenta las necesidades de los más pobres”, explicó.
Según Kim, Brasil definitivamente “hizo mucho” para redistribuir los réditos del crecimiento pero aún subsisten “muchas desigualdades”.
“Brasil tiene que reflexionar en profundidad sobre lo que tiene que hacer para iniciar una nueva etapa de crecimiento económico”, agregó el jefe del Banco Mundial, de 53 años, quien nació en Corea del Sur pero emigró a Estados Unidos a los 5 años.
En tanto, Kim rechazó que los grandes países emergentes se encuentren al final de un ciclo de expansión, luego que éstos impulsaran en gran medida el crecimiento mundial, pese a que China haya registrado indicios de una desaceleración de su economía.
“Habrá altos y bajos pero es importante no reaccionar desmesuradamente” ante estas fluctuaciones, aseguró Kim, quien antes de tomar el cargo como jefe del Banco Mundial se desempeñó como profesor universitario.
El jefe del Banco Mundial también se refirió al proyecto de erradicar la pobreza extrema antes de 2030.
“Todavía hay 1.200 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día y esto es una mancha sobre nuestra conciencia colectiva”, afirmó Kim.
“Estos objetivos nos colocan ante un urgente imperativo que no habíamos enfrentado antes”, agregó.