En el flanco político, el caso golpea a la expresidenta Cristina Kirchner y a una decena de exfuncionarios suyos. Roza también a hombres de negocios amigos o familiares del presidente Mauricio Macri. Lo nuevo es que jamás hubo tantos y tan poderosos empresarios en capilla. Son al menos una veintena.
Cada día surge otro nombre. El empresario primo de Macri, Angelo Calcaterra, se declaró víctima de pedidos de dinero del kirchnerismo para financiar campañas electorales. Se sentó en el banquillo el número dos de la multinacional Techint, Luis Betnaza. Desfilan grandes empresarios como el constructor Carlos Wagner o Juan Carlos de Goycochea, de la española Isolux.
“No es la primera vez que importantes empresarios van a la cárcel, pero sí es inédito el número y el motivo”, dijo a la AFP Sergio Morresi, politólogo de la Universidad Nacional de San Martín. Se investiga una danza de millones de dólares en presuntas ’coimas’ salidas de las arcas patronales como contribución a la política por debajo de la mesa.
“El sector empresario tiene un rol relevante en esta causa, incluido Techint”, dijo a la AFP el politólogo Rosendo Fraga sobre la compañía ítalo-argentina con inversiones en 100 países.
¿Esta es la versión argentina del caso Odebrecht? ¿Hay un Lava Jato? “El procesamiento y la detención de empresarios es un hecho novedoso y considerando la impopularidad y la impunidad que gozan los grandes empresarios es probable que sea bien recibido por la opinión pública”, dijo a la AFP el sociólogo Ricardo Rouvier. Morresi piensa que “un resultado posible es un verdadero avance en la transparencia, con condenas judiciales”.
El caso se popularizó como “los cuadernos de la corrupción”. Arranca con un chofer arrepentido que trasladaba a exfuncionarios kirchneristas. Él anotaba puntillosamente movimientos con supuestos bolsos de dinero. Es Oscar Centeno, expulsado del ejército por mala conducta.
“No hay dudas de que los cuadernos describen con precisión el modo en que el kirchnerismo recaudó ilegalmente fondos durante siete años sin que saltara la alarma de ningún órgano de control”, dijo a la AFP Nicolás Solari, de la consultora Poliarquía. Las anotaciones de Centeno van de 2005 a 2015, períodos de gobierno del fallecido expresidente Néstor Kirchner y de su esposa y sucesora, Cristina Kirchner.
“¿Y ahora quién va a poner plata en la obra pública? Con el Lava Jato venimos soportando tres años de caída de actividad en Brasil”, advirtió Miguel Acevedo, jefe de la poderosa Unión Industrial, quien no está implicado.
Los mercados reaccionaron con caídas de la Bolsa y la moneda. El riesgo país subió a 704 puntos, el mayor en el periodo de Macri. Cayeron acciones de empresas argentinas en Wall Street. “Hemos visto cómo pueden escalar estos casos”, dijo la consultora Capital Economics en referencia a Perú y Brasil. “Si el gobierno de Macri se ve envuelto será más difícil que las agresivas reformas económicas pactadas con el FMI pasen en el Congreso”, añadió.
La expresidenta y senadora Cristina Kirchner, la política opositora de mejor imagen, declara el lunes ante Claudio Bonadio, polémico juez investigador. Bonadio ha dicho a allegados que quiere llevarla a la cárcel. Ella se declara como “perseguida política”.
En el desfile de empresarios entraron los de la llamada “Patria Contratista”, como se conoce a quienes se enriquecieron con obras y servicios públicos en dictadura y gobiernos democráticos.
El exjefe de gabinete Alberto Fernández denunció que los empresarios cercanos al poder salieron libres y que los que quedaron tras las rejas, por ahora, son kirchneristas. “¿Alguien me puede explicar cómo es que el primo (de Macri) Calcaterra siendo miembro de la asociación ilícita está libre y todos los demás presos?”, preguntó.