“Alertamos a los colegas latinoamericanos de que no cedan a la presión estadounidense, especialmente respecto al suministro de armas a Ucrania, por ejemplo. Sería un paso extremadamente destructivo, un golpe contra nuestras relaciones”, afirmó en declaraciones a la revista Mezhdunaródnaya Zhizn.
El diplomático ruso dijo que Moscú observa la contención de sus socios latinoamericanos al no sumarse a las sanciones antirrusas.
"Se trata de un momento complejo, ellos también están bajo presión, estamos conscientes de esto", indicó.
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Riabkov afirmó que "la madurez política, la capacidad fundamental de diferenciar entre los intereses de sus Estados y la coyuntura impuesta por Washington, todo esto en su conjunto nos da no solo la esperanza, sino la seguridad de que nuestras relaciones y comprensión mutua con toda América Latina y el Caribe se fortalecerán".
“Sentimos que por parte de Washington existen ciertos celos. Y cuando nuestras flotillas de buques de guerra llegan a La Habana o visitan los puertos venezolanos, esto genera determinado rechazo, dicho suavemente, en Washington, pero no puede ser de otra manera”, dijo.
El viceministro de Exteriores señaló que en América Latina y el Caribe se observa una creciente tendencia al desarrollo independiente, ya que buscan "desarrollar sus sociedades e interactuar con el mundo independientemente de las antiguas metrópolis o de la actual superpotencia neocolonial".
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"El curso hacia el multilateralismo es imparable, y estoy seguro que América Latina ocupará su puesto, fuerte y claro, en este nuevo sistema. Ya vemos cuán fuertes económicamente son los principales países de esta región", aseveró, al destacar el rápido desarrollo de la región y su capacidad de vencer dificultades.
Añadió que Rusia está interesada en profundizar sus relaciones con América Latina, pero “no para enfrentar a nadie”, ya que Moscú “no tiene ningún tipo de agenda oculta” y está dispuesta a “tener relaciones de amistad con quienes estén abiertos a ello”.