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El exmandatario es sospechoso de haber intentado obtener a comienzos de 2014, por mediación de su abogado Thierry Herzog, informaciones secretas de un exmagistrado en un caso que le afectaba, a cambio de apoyar a este juez para que obtuviera un puesto en Mónaco.
El juicio, que se celebrará del 5 al 22 de octubre, comenzará una vez agotados los recursos interpuestos por Sarkozy para evitarlo. El expresidente, retirado de la vida política desde 2016, también será juzgado próximamente por “financiación ilegal” de su campaña de 2012. En sus conclusiones publicadas en 2017, las autoridades judiciales financieras compararon los métodos de Sarkozy a los de “un delincuente avezado”.
El juicio se basa en las escuchas telefónicas de las conversaciones entre Sarkozy y su abogado, para las que el ex jefe de Estado usaba un teléfono especial y un nombre falso.