El teflón, nombre comercial del politetrafluoroetileno (PTFE), es un polímero sintético con propiedades antiadherentes excepcionales.

Descubierto por accidente en 1938 por el químico Roy Plunkett y desarrollado industrialmente en la década de 1940, se popularizó en ollas y sartenes a partir de los años 50 por una razón simple: facilita la cocción, permite usar menos aceite y simplifica la limpieza sin sacrificar resultados.
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Cómo funciona el PTFE
A nivel químico, el PTFE está compuesto por cadenas de carbono recubiertas por átomos de flúor. Ese “blindaje” molecular reduce la fricción y hace que los alimentos se despeguen con facilidad.

Además, es químicamente inerte y resistente a la corrosión, cualidades que lo convirtieron en un estándar para recubrimientos de uso alimentario.
¿Es seguro cocinar con teflón?
De acuerdo con la FDA (Estados Unidos), la EFSA (Unión Europea) y otros organismos internacionales, el PTFE es seguro para cocinar en condiciones normales siempre que el recubrimiento esté intacto.
Investigadores de la Universidad de Harvard han destacado que el uso de utensilios de cocina con recubrimiento de PTFE (teflón) no representa riesgos significativos para la salud humana bajo temperaturas normales de cocción y con superficies no dañadas.
La recomendación clave es no sobrepasar los 260 °C: por encima de esa temperatura el material puede degradarse y liberar gases que irritan las vías respiratorias.
Estudios de la Universidad de Stanford confirman que, una vez superados estos umbrales de temperatura, se liberan compuestos tóxicos que en humanos pueden causar la llamada “fiebre de los polímeros”; en aves, esos humos pueden ser letales incluso en pequeñas exposiciones .
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Se aconseja reemplazar la sartén cuando presente rayaduras profundas, desprendimiento de la capa antiadherente o decoloración marcada.

Analistas de la Universidad de Berkeley han demostrado que un recubrimiento dañado pierde eficacia, puede contaminar la comida con partículas microscópicas y tiende a degradarse más rápido con el calor, incrementando el riesgo de liberación de compuestos nocivos.
Por qué se volvió tan popular
- Cocina más fácil: la antiadherencia reduce el riesgo de que los alimentos se peguen, incluso con preparaciones delicadas.
- Menos grasa: al necesitar poco o nada de aceite, es una opción práctica para dietas con bajo contenido lipídico.
- Limpieza simple: basta con agua tibia y una esponja suave; evita abrasivos.
Riesgos y controversias
- Altas temperaturas: el PTFE se degrada por encima de ~260 °C. Una sartén vacía al fuego alto puede alcanzar esa temperatura en minutos. Evitar precalentar sin alimentos.
- El caso del PFOA: el ácido perfluorooctanoico se utilizó durante años en la fabricación de PTFE (no quedaba en el recubrimiento final en condiciones normales) y se ha vinculado a cáncer, infertilidad y alteraciones tiroideas. Hoy está prohibido o estrictamente regulado en muchos países y ha sido eliminado por los principales fabricantes.
- Metales pesados: algunos recubrimientos baratos o falsificados pueden incorporar plomo o cadmio. El problema no es el “teflón” en sí, sino la falta de controles y certificaciones en la fabricación.
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Dónde está el verdadero riesgo
La diferencia entre un teflón certificado y productos de imitación es crucial. Las grandes marcas someten sus recubrimientos a ensayos de migración y normas de seguridad alimentaria (por ejemplo, FDA en EE. UU. o Reglamento UE 1935/2004 y 10/2011 para materiales en contacto con alimentos).
Los artículos de baja calidad o sin origen claro pueden eludir esos estándares, usar formulaciones no declaradas o pigmentos con metales pesados.
Al comprar, verificá:
- Sellos de conformidad y normativas aplicables.
- Marca reconocida y trazabilidad del producto.
- Garantía y documentación del fabricante sobre ausencia de PFOA y metales pesados.
Alternativas al teflón
- Cerámica: ofrece buena antiadherencia inicial sin PTFE ni PFAS, pero tiende a perderla con el uso y el sobrecalentamiento. Fácil de limpiar; vida útil variable.
- Hierro fundido: extremadamente durable y reparable; puede desarrollar una pátina antiadherente con curado y uso. Requiere mantenimiento y es pesado. Excelente retención de calor.
- Acero inoxidable: muy durable y resistente; no es antiadherente, pero con técnica (precalentado + aceite) minimiza el pegado. Soporta altas temperaturas y horno.
- Titanio y recubrimientos reforzados: combinan ligereza y resistencia; mayor precio. La antiadherencia depende del recubrimiento (puede incluir PTFE de alta calidad) o de superficies “duras” sin PTFE.
Consejos prácticos

- No calientes ollas o sartenes de teflón vacías.
- Cociná a fuego medio o bajo; evitá superar los 260 °C.
- Usá utensilios de madera, silicona o nylon para no rayar.
- Cambiá la sartén si está rayada, descascarada o muy decolorada.
- Revisá marcas, certificaciones y ausencia de PFOA antes de comprar.
- Ventilá la cocina; mantené a las aves alejadas de la zona de cocción.
En síntesis, el teflón es una herramienta segura y útil cuando se utiliza correctamente y se compra a fabricantes confiables.
La clave está en respetar las temperaturas, cuidar la superficie y exigir certificaciones que garanticen materiales aptos para contacto con alimentos.