¿Por qué el cacao amargo es una fuente de antioxidantes?
El cacao amargo se destaca por su alta concentración de flavonoides, compuestos antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Estos antioxidantes neutralizan radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar células y acelerar procesos de envejecimiento o enfermedades crónicas.
Varios estudios señalan que el consumo de cacao amargo contribuye a mejorar la salud cardiovascular, disminuir la presión arterial y favorecer la circulación sanguínea. Además, se relaciona con una mejor función cerebral y menor riesgo de ciertos trastornos metabólicos.
Lea más: Cómo hacer porridge de avena y frutas para un desayuno nutritivo
Cómo elegir el mejor cacao amargo
A la hora de seleccionar un cacao amargo de calidad, es importante leer las etiquetas. Lo ideal es elegir productos con un porcentaje de cacao igual o superior al 70 % y evitar aquellos con azúcares agregados, grasas hidrogenadas u otros aditivos.

Fijate que el ingrediente principal sea “cacao” —ya sea en polvo o pasta—, evitando presentaciones con leche o saborizantes.
Cuanto mayor es el porcentaje de cacao, más concentrados estarán los compuestos antioxidantes que te benefician.
Lea más: Torta de zanahoria esponjosa y fácil: ideal para desayuno o merienda
Formas de incorporar el cacao amargo en tu dieta
El cacao amargo puede consumirse en polvo, tabletas, nibs o como ingrediente en recetas dulces y saladas.
Agregalo a yogures, cereales, licuados o preparaciones de repostería saludable para aprovechar su sabor intenso y sus propiedades.
Lea más: Manzana: el superalimento que mejora tu digestión y reduce la ansiedad
Consumirlo con moderación es clave, ya que el cacao puro suele ser energizante y contiene teobromina, un estimulante natural. Priorizá las versiones orgánicas y libres de aditivos para obtener mayor calidad y beneficios.