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Desde luego, no es lo mismo una familia de cinco miembros que una persona que vive sola o en pareja. No se puede tener el mismo número de platos, cubiertos, fuentes y demás utensilios. Pero hay muchas cosas que sí podemos desecharlas todos. Estas son algunas de esas cosas que podemos tirar ahora mismo.
Cómo depurar la cocina: lo que podés tirar
1. Los recipientes plásticos. Hay algunos que ya no tienen tapa, otros que son muy chicos, tienen una forma rara y casi nunca los usamos. Otros están viejos, agrietados o descoloridos, desperdiciando espacio en el aparador. ¡A descarte inmediato!
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2. Bolsas que llevan meses en el cajón. Solemos juntar las bolsitas plásticas del súper, ¡vaya a saber uno por qué motivo! Si nunca las usamos y las seguimos acumulando en el cajón, es hora de decirles definitivamente adiós.
3. Electrodomésticos que no usamos. Amasadoras, hervidores de arroz, máquinas de hacer pan, ollas inteligentes... Está bien si las usamos con cierta frecuencia, pero si lo pensamos un poquito, seguro que hay alguna de estas máquinas que se puede regalar o vender y liberar un precioso espacio.
4. Pequeños aparatitos que compramos para no se sabe qué: uno para cortar en zigzag, otro para pelar ajos, otro para batir la leche en la taza... ¿Los usás? Pues ocupan un cajón completo.
5. Ollas y sartenes en mal estado. Cada vez que las sacamos nos acordamos de que la comida se pega en ellas y las volvemos a guardar, ¿no es raro? ¿Te acordás cuando tu sartén era tan increíblemente nueva que ni siquiera necesitabas poner aceite para evitar que la comida se pegara? Bueno, esos días ya pasaron para algunos de tus utensilios de cocina y solo debes dejarlos ir.
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Decile adiós a las ollas y sartenes que solían ser antiadherentes y reemplazalas por otras nuevas. No solo disfrutarás de tener nuevos accesorios de cocina, sino que también vas a dedicar mucho menos tiempo a limpiarlos.
6. Demasiados pequeños moldes de mil formas y colores. Si tu pasión es la repostería, buscá una caja donde puedan estar todos juntos. Si solo los compraste porque te parecieron lindos y alguna vez tenías la intención de usarlos, ya podés pasárselos a esa amiga a la que tanto le gusta cocinar.
7. Artículos repetidos. Tenemos 10 cucharones, espátulas o espumaderas similares, pero solo usamos una. Elegí la mejor y quedate con esa. Si son de madera, con más razón, porque se agrietan y pueden albergar bacterias. Mejor reemplazarlas por otras de silicona o de madera, pero nuevas.
8. Botellas, botellitas, tazas y jarritos… Son esas cosas que se regalan como souvenirs en algunos eventos, recitales o ferias. Siempre tienen alguna marca o publicidad con la que no nos identificamos demasiado. En consecuencia, nunca las usamos y van quedando en el fondo del armario, año tras año.
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Hacé un inventario de todos esos recipientes apilados en tu cocina y decidí si realmente necesitás 15 tazas, 17 vasos de plástico y más vasos sin usar que acumulan polvo. Es hora de guardar solo un par de las que realmente usemos a diario y enviar el resto a algún hogar de beneficencia.
9. Artículos rotos o fisurados. Tazas cachadas, platos descoloridos o rayados, cuchillos que no cortan, vasos astillados… Creo que cada cocina probablemente tiene algunos de estos por ahí. Quizás los guardamos por nostalgia, pero les aseguro que enseguida se pasa, cuando vemos el resultado en nuestra cocina ordenada.
10. Especias y condimentos viejos. Alguna vez las compramos para alguna receta en especial y fueron quedando en el cajón o la puerta de la heladera. Las especias molidas tienen una vida útil de dos a tres años.
Para las hierbas secas es de uno a tres años, para las mezclas de condimentos, es más o menos de uno a dos años. Chequeá la fecha de vencimiento de los condimentos que están en la puerta de la heladera.