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¿Volviste de las fiestas o unas vacaciones con algunos kilos de más? No sos el único, a muchos les pasa que estando relajados y sin estrés disfrutan más de las comidas y los nuevos sabores del lugar adonde hayan ido de vacaciones. Y ni qué hablar si tuviste la suerte de ir a un hotel all inclusive, cuyas mesas de bufé son interminables y demasiado tentadoras. Esto es lo que podemos hacer para volver rápidamente a nuestro peso ideal, sin obsesionarnos.
Estos son 15 consejos científicamente probados que te ayudarán a conseguir y mantener tu peso ideal, bajando de forma rápida y fácil esos kilos extras que obtuvimos en el verano.
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1. Conseguí un compañero. El camino de la pérdida del peso no es divertido ni agradable. Contar con un compañero –tu pareja, un amigo, colega o miembro de la familia– que esté haciendo dieta también y puedan acompañarse mutuamente en el proceso puede hacerlo mucho más fácil que cuando lo estás haciendo solo.
Es importante elegir a alguien que comparta realmente la meta de perder peso. Desafiá a tu compañero a un duelo de pasos y metas logradas que dure un día, una semana o más. Los estudios indican que los dúos logran un 50 % más de éxito cada día.
2. Comer despacio. Vivimos en un mundo lleno de problemas, en el que las cosas pasan muy rápido y, por reflejo, el apuro se ha convertido en un mal hábito en la alimentación de muchas personas. Si esto es algo que también te atañe, te recomiendo que te detengas: los estudios han demostrado que comer rápidamente reduce la sensación de saciedad, lo que lleva a comer en exceso, y cuando tu cerebro registra que tu estómago está lleno, ya has comido mucho más de lo que tu cuerpo realmente necesitaba.
3. Beber agua antes de comer. Esto mantendrá tu cuerpo hidratado, generará saciedad y acelerará su metabolismo, y todo esto te llevará a perder peso sí o sí. Un ensayo clínico presentado en una reunión de la American Chemical Society confirmó que beber dos vasos de agua antes de cada comida ayuda a las personas a perder peso y mantenerse saludable.
4. Evitar distracciones. Según el American Journal of Clinical Nutrition, los anuncios de comida en la tevé, especialmente los de comida basura, están estratégicamente creados para aumentar tu apetito y hacerte comer en exceso. Además, cuando comemos frente a la computadora o televisión, a menudo, no prestamos mucha atención a la comida y no somos conscientes de lo mucho que estamos comiendo.
5. Leer las etiquetas de los alimentos. Las etiquetas con la información nutricional de los alimentos están ahí para ayudarte a tomar decisiones saludables. Un estudio que publicó la revista Asuntos del Consumidor, demostró que las personas que leen las etiquetas de los alimentos de forma regular poseen más probabilidades de tener éxito al seguir una dieta para perder peso, especialmente las mujeres que están entre los 35 y 50 años.
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Así que si estás planeando bajar esos kilitos de más y mantener tu peso ideal, leé bien las etiquetas y sumá calorías.
6. Desintoxicar el hígado. El hígado es el principal órgano para quemar grasa, pero si está sobrecargado con toxinas, no puede procesar la grasa eficazmente. Un hígado cansado y tóxico es el obstáculo número uno cuando alguien está tratando de perder peso.
Por lo tanto, reduce las bebidas, el azúcar refinado y la grasa saturada. Hacé una limpieza de tu hígado todos los días: exprimí un limón, mezclá con un vaso de agua tibia y tomá esta bebida cada mañana, en ayunas, incluso antes de lavarte los dientes. No es algo difícil de hacer y verás rápidamente los resultados.
7. Seguir un plan de calorías negativas. La idea es comer más de los alimentos que tardan mucho tiempo en absorberse y descomponerse en el tracto gastrointestinal (en su mayoría frutas y verduras), para sentirse y mantenerse lleno por más tiempo.
Además, estos alimentos no solo son bajos en calorías, sino que a menudo consumen más calorías que las que proporcionan (calorías negativas), mientras se metabolizan. Las manzanas, las remolachas, las coles (repollo, coliflor, brócoli), las zanahorias, el apio, el pepino, las lechugas, los limones, las naranjas, la cebolla, la piña, la espinaca y los nabos entran en esta categoría.
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Por otro lado, según un estudio realizado en la Escuela de Salud Pública de Harvard, comer nueces y yogur para perder peso es más eficaz a largo plazo que comer solamente frutas y verduras. También los picantes ayudan: según investigaciones de la Universidad de Purdue, de Indiana, EE. UU., el consumo de chiles y otros pimientos picantes ayuda a que se acelere el metabolismo y se quemen más calorías fácilmente. En esta categoría entran las pimientas y los ajíes picantes; además, la pimienta de cayena reduce el apetito y quema calorías más rápidamente que cualquier otro picante.
8. No pasar hambre. Incluye alguna forma de proteína en cada comida. Esta es una manera segura de combatir los ataques de hambre y perder peso rápidamente. Tu cuerpo tarda más en digerir las proteínas y, por lo tanto, te mantienes satisfecho por más tiempo. La clave, por supuesto, es optar por las proteínas magras. En lugar de comer un bife enorme de carne roja, opta por el pollo, pavo, pescado, nueces, tofu, requesón y huevos.
9. Elegir los nutrientes adecuados. Si tu cuerpo no tiene suficiente hierro, no proporcionará suficiente oxígeno a tus células, lo que ralentiza tu metabolismo y el resultado lógico es que no lograrás bajar de peso rápido. Igualmente importante es el magnesio, un mineral que activa tu metabolismo al darle energía a tus células. Por lo tanto, enfócate en consumir de tres a cuatro porciones de carne roja magra y nueces (hierro), así como maníes y espinacas (magnesio) todos los días.
10. Hacer ejercicio, pero el que te guste. Estudios realizados en Dinamarca por investigadores de la Universidad de Copenhague han encontrado que realizar alguna actividad física que disfrutes durante 20 o 30 minutos por día, de tres a cuatro días a la semana, te hará perder un 25 % más de peso que hacerlo por una hora completa con una rutina de ejercicios que detestas.
Por actividad física no se refieren a ir al gimnasio o comprar algún aparato sofisticado y costoso para usar en casa. Podés salir a caminar, andar en bicicleta, bailar, en fin, cosas que involucren movimiento de tu cuerpo y que sean agradables para vos.
11. Pensar como un niño. Los niños siempre están en movimiento, listos para subir cualquier pared, correr, hamacarse, saltar a la soga, andar en bicicleta, luchar, jugar. El ejercicio viene sin esfuerzo para ellos. Por lo tanto, si estás tratando de ponerte en forma, desempolvá tus patines o bicicleta, o conseguí una soga para saltar o una pelota para jugar al fútbol con tus amigos y comienza a moverte hoy mismo.
Te acercarás a la meta de pérdida de peso de inmediato. Los niños son activos porque mover sus cuerpos les trae alegría. Tratá de llevar esa misma alegría a tus planes de perder peso.
12. Cortar los antojos. ¿Alguna vez has anhelado un trozo de coliflor? ¿Te has sentido culpable por comer demasiadas manzanas? ¿Alguna vez escuchaste una pequeña voz en la parte de atrás de tu cabeza diciéndote “comer, comer, comer” brócoli? ¡Nunca! Sin embargo, cuando comés alimentos fritos, anhelás más; cuando comés cualquier cosa con azúcar, la deseás nuevamente.
El tema está en que, mientras que los alimentos naturales equilibran el cuerpo, el alcohol, la cafeína, la nicotina, la sal, la grasa saturada, el almidón refinado y los azúcares refinados, lo desequilibran. Es muy importante que seamos conscientes de nuestros antojos y que trabajemos para cortarlos, no es necesario que sea de un día para otro. Los procesos son más duraderos si hacemos cambios graduales, pero consistentes. Solo de esta manera podrás perder peso fácil y rápido.
13. Reiniciar nuestro cerebro. Está demostrado: la compulsión de comer en exceso tiene más que ver con la mente que con una real necesidad de comer. Así que, básicamente, se trata de mantener un equilibrio. Necesitamos ser fuertes, que nuestras decisiones estén bajo control y, para ello, debemos entrenar el cerebro para que siempre tome las decisiones correctas.
14. Sonreír y divertirse más. Cuando una persona está estresada, produce hormonas que estimulan el apetito, ralentizan el metabolismo y estimulan el almacenamiento de grasa en el abdomen. Esto aumenta los antojos de alimentos dulces y grasos (chocolate, dulces, etcétera). Por lo tanto, encontrá razones para reír y una actividad para reducir el estrés, como escuchar música, pintar o practicar yoga.
15. Beber infusiones adelgazantes. Las infusiones nos ofrecen una gran variedad de sabores y propiedades de las que podemos aprovecharnos. La infusión de 2 cucharadas de cola de caballo en una taza de agua hirviendo ayuda a limpiar y depurar nuestro organismo, es diurética y con ella podremos evitar esa retención de líquidos que muchas veces nos hace sentirnos hinchados.
Las infusiones con canela nos aportan un efecto saciante que nos hará comer menos, además de tener un riquísimo sabor. También ayuda acelerar el metabolismo y quemar grasas más rápidamente. Tomar una infusión después de comer nos ayudará a realizar una mejor digestión.
En ayunas, es la mejor opción para aquellos que quieran depurar su organismo y limpiarlo de toxinas que no nos ayudan a adelgazar. Antes de dormir no solo nos ayudarán a dormir por su efecto relajante, sino que además nos ayudarán a perder peso. Esto se debe a que por la noche (después de una cena ligera) nuestro cuerpo obtendrá mejor las vitaminas adecuadas que nos proporcionan estos tés e infusiones y nos ayudarán a quemar grasa.
Por Valeria Cabrera